Para pasar la página de las pensiones y devolverle color a una popularidad más tétrica que nunca, el presidente y el gobierno apuestan por las clases medias. Para seducir a quienes tienen «la sensación de hacer su parte sin ser recompensados ​​por su esfuerzo», el Ejecutivo acelera las medidas económicas. RSA, derecho laboral, fraude, fiscalidad… Según los anuncios, todos estos proyectos deberían lanzarse antes del verano.

«Redoblaremos nuestros esfuerzos para que la mayor cantidad de beneficiarios de la renta activa solidaria (RSA) vuelvan a trabajar apoyándolos mejor», dijo Emmanuel Macron el 17 de abril. Un deseo que debería resultar en el condicionamiento de la RSA a 15 a 20 horas de actividad por semana. No necesariamente sinónimo de trabajo, esta actividad puede implicar apoyo (formación, permiso de conducir, contacto con el mundo empresarial, etc.).

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El tema ha tomado un giro muy político, porque, más allá de la integración de personas alejadas del empleo, el ejecutivo quiere dar prendas a las clases medias, esa «Francia que madruga», demasiado pobre para completar su fin de mes pero demasiado ricos para beneficiarse de la asistencia social. En la actualidad, la RSA es objeto de un fraude valorado en 1.000 millones de euros. Una realidad que hizo reaccionar a Gérald Darmanin, Ministro del Interior: “Aquellos que reciben la RSA, si están en un proceso de integración, si muestran esfuerzo, hay que ayudarlos; pero si no quieren volver a trabajar, es normal que tengamos sanciones contra ellos. La idea no agrada a la izquierda. El Tribunal de Cuentas, por su parte, señaló con el dedo en 2022 un triple fracaso de la RSA que no permitió salir de la pobreza al tiempo que no facilitó la integración ni sirvió de trampolín hacia el empleo.

Un mejor reparto del valor es otra de las medidas previstas por el Gobierno para las clases medias: la primera ministra, Élisabeth Borne, se comprometió a principios de año a retomar como está el acuerdo sobre la materia firmado por los socios sociales en febrero. El ejecutivo debería así transcribir las conclusiones a las que llegaron los sindicatos de empresarios y trabajadores en un texto llevado por el diputado renacentista Louis Margueritte, y que podría ser examinado en breve. Una forma de afirmar la voluntad del Gobierno de «renovar el diálogo», asegura el parlamentario. Y enviar una señal contundente poniendo en marcha herramientas para promover una mejor distribución de las utilidades de las empresas, luego de la difícil secuencia de la reforma previsional.

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Todo ello en un contexto de fuertes subidas de precios y grandes beneficios empresariales. En concreto, el texto pretendería simplificar y hacer más atractivos los sistemas de bonificación de reparto de beneficios, reparto de beneficios y reparto de valor, generalizándolos en particular a las empresas de más de 11 trabajadores. A esto habría que añadir también un dispositivo de «contribución excepcional» solicitada a las grandes empresas que realizan recompras de acciones -esta forma de remunerar a los accionistas está en el origen de un «sentimiento de injusticia», a creer de Emmanuel Macron, quien dijo el pasado octubre que » la creación de riqueza no funciona si damos demasiado a los accionistas y los trabajadores no ven el color».

El presidente lo mencionó durante su discurso al diario de las 13:00 horas hace un mes. Entre los proyectos lanzados para salir de la reforma de pensiones se encuentran “medidas fuertes” para luchar contra el fraude social y fiscal. Según Bercy, este plan se presentará en las próximas semanas.

Por el lado de la evasión fiscal, el Gobierno se compromete a dotarse de medios para localizar a los evasores fiscales al duplicar la dotación del Servicio de Investigación Judicial de Hacienda (SEJF), anunció el Ministro de Presupuesto tras el discurso presidencial. Compuesto actualmente por 266 investigadores, el SEJF participó notablemente en marzo en registros masivos de bancos en Francia sospechosos de evasión fiscal. El gobierno también está considerando auditorías fiscales más sistemáticas para empresas muy grandes.

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En el ámbito del fraude social, las declaraciones de Bruno Le Maire generaron polémica la semana pasada. “Nuestros compatriotas están hartos del fraude social”, dijo el ministro en BFMTV. “No tienen ningún deseo de ver que la gente pueda beneficiarse de la ayuda, enviarla al Magreb oa otros lugares, cuando no tienen derecho a ella. Esto no está hecho para eso, el modelo social. Muy concretamente, para luchar contra este fenómeno, el plan del Gobierno es localizar a los beneficiarios de ayudas sociales que las transfieren a cuentas domiciliadas en el extranjero como Portugal o incluso los países del Magreb, todo ello solicitando a las aerolíneas que rastreen sus movimientos. Para 2024, el Gobierno también quiere subir de seis a nueve meses la condición de residencia mínima en Francia durante el año para poder beneficiarse de los subsidios sociales.

Tras el discurso del presidente la semana pasada, el ministro de Presupuesto, Gabriel Attal, habló con presteza de un «plan Marshall» para las clases medias en los próximos meses, plan en el que él estaría a cargo del componente tributario. Durante el lanzamiento de la declaración del impuesto sobre la renta la semana pasada, el ministro destacó especialmente la evaluación de Emmanuel Macron sobre los recortes de impuestos para personas físicas, refiriéndose en particular a la abolición definitiva del impuesto sobre la vivienda, que otorga «20 millones más de poder adquisitivo a todos los franceses». . O el establecimiento, en la declaración de este año, de ventajas para quienes trabajan: aumento del crédito fiscal por gastos de cuidado de los hijos, aumento del tope de exención de las horas extraordinarias, revalorización excepcional de la escala de kilometraje para los franceses «que deben utilizar su vehículo para trabajar». En este punto específico, el gobierno aumentará «excepcionalmente» la escala de la franquicia de kilometraje en un 5,4%, una medida fiscal que afecta a dos millones de hogares gravados que utilizan su vehículo personal con fines profesionales, según un anuncio realizado por Gabriel Attal en France 5 Como recordatorio, esta escala ya se había aumentado en un 10% en enero de 2022.

Finalmente, Bercy actualmente está considerando una nueva medida que podría incluirse en el proyecto de ley de finanzas en el otoño. Su objetivo sería reducir el impuesto sobre la renta para restaurar el poder adquisitivo de quienes trabajan.