Decenas de miles de ciudadanos convergiendo en Parliament Square, frente al Parlamento Británico, en Londres… Este no es el final de la película de culto V de Vendetta, sino una gran acción organizada por movimientos ecologistas durante cuatro días a partir de este viernes 21 de abril. Los organizadores esperan reunir al menos a 100.000 personas. En esta versión más pacífica, no se trata de derrocar al poder sino de presionar a los políticos para que obtengan compromisos concretos en la lucha contra el calentamiento global.
El origen de este movimiento llamado “The Big One” es Extinction Rebellion (XR). La organización ecologista radical, presente en varios países, había llevado a cabo hasta entonces acciones de desobediencia civil no violenta para concienciar sobre la crisis climática. El 1 de enero, la rama británica sorprendió a todos al anunciar que dejaba este modo de acción para organizar esta gran manifestación frente al Palacio de Westminster. Casi otras 200 organizaciones se han unido, incluidas Greenpeace y Don’t Pay UK, el movimiento que pide a los británicos que no paguen sus facturas de energía con inflación.
¿Funcionará la apuesta? En la víspera de la manifestación, 30.000 personas habían registrado su participación en el sitio web de Extinction Rebellion. Los organizadores prometen «acción no violenta» y «familia». “XR tiene una reputación, lo sabemos. Pero esta vez, el objetivo es llamar la atención del gobierno, no molestar a la población.
Para evitar excesos, la policía se asoció a la preparación de la manifestación. Queda el Maratón de Londres, con un recorrido inmutable, que el domingo deberá atravesar Parliament Square. A los organizadores se les habría asegurado que la reunión no interrumpiría la carrera. Esto no evitaría que movimientos ambientalistas más radicales como Just Stop Oil, acostumbrados a las interrupciones de los eventos deportivos, jueguen aguafiestas.
Radicality, Extinction Rebellion podría encontrarlo rápidamente. El movimiento planteó, durante una conferencia de prensa unos días antes del “Big One”, un ultimátum al gobierno británico. Le da hasta el lunes a las 17 horas, fin del mitin, para abrir negociaciones y acceder a sus dos demandas: dejar de autorizar nuevas explotaciones de combustibles fósiles y crear «asambleas ciudadanas de emergencia» para actuar por el clima.
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Si los ministros se mantienen sordos a sus demandas, XR promete volver a sus raíces e intensificar sus acciones al día siguiente. “Dentro de tres meses, Extinction Rebellion habrá desarrollado un plan para llevar a cabo las mayores acciones de desobediencia civil en la historia del país”, advirtió Rob Callender, miembro del movimiento (que no tiene vocero ni líder). ¿Qué forma tomarían realmente estas acciones radicales? Esto es lo que tendrán que pensar los manifestantes durante los cuatro días del mitin.