Le Figaro Burdeos
El mensaje es claro: «quema la puerta, quema el estado». Este texto estaba en dos carteles que tres individuos, de entre 20 y 24 años, estaban a punto de pegar en la puerta del ayuntamiento de Burdeos -incendiado durante la jornada de manifestaciones del 23 de marzo- en la noche del martes al miércoles. La policía detuvo a seis personas que portaban carteles y pintura en aerosol.
Poco después de las 3 a.m. del martes, una patrulla de la brigada contra el crimen notó graffiti pintado en un banco en Place Gambetta, luego en Porte Dijeaux (catalogado como monumento histórico) y en la fachada del ayuntamiento. Las inscripciones eran: «El pueblo quiere el fin del régimen», «Levantamiento del pueblo y la tierra», o incluso «A elegir, disuelvamos a Darmanin», en alusión a la voluntad declarada del Ministro del Interior de disolver el colectivo de los Levantamientos de la Tierra, opuesto al proyecto de megacuencas de retención de agua en Sainte-Soline, en Deux-Sèvres.
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Al llegar a la rue des Trois Conils, la policía encontró dos carteles pegados en la pared, con los lemas «Son ellos la violencia» y «Los fascistas te vemos». Otro cartel fue descubierto en la pared del hotel de la prefectura, ubicado en la rue Vital Carles, mencionando «Queers, punk, antifa contra los keufs». Los autores finalmente fueron detenidos cuando se disponían a pegar otros carteles, esta vez en la puerta del ayuntamiento. El texto en él era inequívoco: «quemar la puerta» en uno y «quemar el estado» en el otro.
Los tres presuntos pegadores de carteles fueron detenidos por la BAC, así como tres presuntos autores de las etiquetas, que portaban pintura en aerosol sobre ellos. Ninguna de las personas detenidas era conocida por los tribunales. Las tres personas sospechosas de haber cometido etiquetas en el centro de la ciudad recibieron una citación por degradación de la propiedad pública, y los pegadores de carteles serán llamados nuevamente. Pierre Hurmic, alcalde de Burdeos, “deplora estos actos de vandalismo y la violencia que transmiten”. El elegido cree que “ninguna causa puede justificar atacar de esta manera el bien común”.