La esperanza de vida es mayor en la ciudad que en el campo. Así lo revela un estudio de la Asociación de Alcaldes Rurales de Francia, publicado este jueves 20 de abril por France Bleu. Este último revela en particular un exceso de mortalidad en las áreas rurales de 14.216 muertes por año, en comparación con lo que se esperaría si la esperanza de vida fuera idéntica a la de las áreas urbanas.
Y esto no es nada nuevo. El estudio estima que esta desigualdad se viene ampliando desde hace treinta años, alcanzando hoy una brecha de casi un año para las mujeres y de casi dos para los hombres.
El estudio también tuvo como objetivo centrarse en cada «área de vida». Para ello, ha puesto en marcha un «indicador comparativo de mortalidad», cuyos resultados arrojan conclusiones más afinadas: las diferencias de mortalidad son mayores en el Norte y el Este, el Centro o la punta de Bretaña, así como en ultramar. territorios. En términos concretos, la gente vive allí incluso menos tiempo que en otros lugares.
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“Las áreas más significativas de exceso de mortalidad se ubican en los límites de los departamentos y, muy a menudo, en los márgenes de las regiones que se extienden a lo largo de dos o tres departamentos”, explica el informe de la AMRF. “Estos territorios son como desatendidos por la organización territorial”, subraya, afirmando que “la centralización de los cuidados tiene efectos nocivos que contribuyen al abandono de los territorios periféricos”.
Si no es la primera vez que los alcaldes rurales intentan hacerse oír sobre el tema, ahora tienen figuras de apoyo para incitar a las autoridades públicas a retomar el tema, en particular a través de la cuestión de los merecimientos médicos. “La ubicación en la ciudad o en el campo se está convirtiendo en un factor determinante de las desigualdades en la esperanza de vida”, ha recordado la asociación, subrayando “la importancia de la proximidad en la organización del servicio sanitario”.
Para encontrar soluciones, la asociación ha reunido a funcionarios electos y redes de profesionales de la salud, también informa France Bleu. Se adoptaron cuatro soluciones: primero, alentar a los estudiantes de salud a diversificar los lugares de pasantía brindándoles medios para establecerse, como «alojamiento territorial» y «ayuda de transporte». En segundo lugar, desarrollar «equipos de atención coordinados en torno al paciente» (Escap), y distribuir mejor a los profesionales de la salud creando «un servicio de apoyo único» que centralizaría «las necesidades territoriales, las ayudas económicas, el apoyo administrativo y la información relativa a la vida familiar del profesional». ”, a nivel de un departamento. Finalmente, “desarrollar nuevas formas de práctica susceptibles de proporcionar a la población una atención rápida y local”.