Uno de los principales funcionarios de seguridad nacional de Brasil anunció su renuncia el miércoles, luego de ser filmado dentro del asediado palacio presidencial durante los disturbios del 8 de enero en Brasilia.
Imágenes de cámaras de vigilancia muestran al general Marco Edson Goncalves Dias, jefe de la Oficina de Seguridad Institucional (GSI), interactuando con los manifestantes en los pasillos del palacio, aparentemente para ‘señalarles la salida’, según la televisora CNN Brasil, quien las hizo públicas. .
En otro de estos videos, se ve al menos a dos miembros de GSI estrechando la mano de los manifestantes y entregándoles botellas de agua. Las imágenes fueron filmadas el 8 de enero en el interior del Palacio Planalto, sede de la presidencia de Brasil, que fue saqueado ese día durante los disturbios destinados a derrocar al recién electo presidente Luiz Inacio Lula da Silva.
El general Marco Edson Goncalves Dias anunció su renuncia en una entrevista con el canal brasileño GloboNews, pero cuestionó la interpretación de CNN Brasil sobre estas imágenes. Afirmó haber «entrado en el palacio después de su asalto y sacado a la gente del tercer y cuarto piso para que los arrestos pudieran tener lugar en el segundo piso». Agregó en GloboNews que estas imágenes habían sido sacadas de contexto, considerándolas “absurdas”.
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El GSI, integrado principalmente por personal militar, asesora al jefe de Estado en asuntos de seguridad y defensa nacional y es responsable de la seguridad personal del presidente, vicepresidente y sus familias. Tras los disturbios, se abrió una investigación contra miembros del ejército por su manejo de la seguridad ese día en Brasilia, y algunos fueron detenidos.
Miles de personas que rechazan la derrota del expresidente de extrema derecha irrumpieron en el Palacio Presidencial, el Congreso y la Corte Suprema, una semana después de la toma de posesión del jefe de Estado de izquierda Lula. Los atacantes cruzaron fácilmente el cordón de seguridad para destruir todo a su paso, incluidas obras de arte de valor incalculable.
Jair Bolsonaro niega haber tenido algún papel en los disturbios que llevaron al arresto de más de 1.800 personas. Pero el expresidente será interrogado dentro de diez días por la policía federal por este caso.