El ejército israelí anunció este miércoles la detención de un adolescente palestino sospechoso de ser el autor de un atentado que hirió a dos personas el día anterior en Jerusalén. El joven fue arrestado durante una redada nocturna de unidades especiales de la policía y el ejército en Nablus, un área autónoma palestina en el norte de Cisjordania ocupada, según un comunicado del ejército.

Consultado por AFP sobre la edad exacta del arrestado, el ejército se negó a responder argumentando que el sospechoso era menor de edad. Según el ejército, el adolescente, originario del campo de refugiados palestinos de Askar, cerca de Nablús, «admitió estar vinculado» al ataque cometido la víspera en Jerusalén Este, un sector de la ciudad santa anexado por Israel, y está siendo retenido por Shin Beth, el servicio de seguridad interna de Israel, para ser interrogado.

Dos israelíes, uno de 48 años y el otro de unos 50, resultaron heridos cuando se dispararon tiros contra su automóvil el martes por la mañana en el barrio Sheikh Jarrah de Jerusalén Este. Según los servicios de emergencia, sus vidas no corren peligro. Según información de la prensa israelí, se trataba de judíos observantes que regresaban de la tumba de Simón el Justo, popular lugar de peregrinación de la comunidad ultraortodoxa y ubicado en Sheikh Jarrah.

Según la policía, el agresor abandonó su arma, una metralleta tipo «Carlo», un modelo fabricado artesanalmente por grupos armados palestinos en la Cisjordania ocupada, antes de huir. Pocas horas después de este ataque, el ejército israelí realizó una redada en el campo de refugiados de Jenin, al norte de Naplusa. Según el Ministerio de Salud palestino, al menos siete palestinos resultaron heridos por disparos israelíes durante la operación militar.

En la mañana de este miércoles, el Ejército informó de la detención durante esta incursión de tres personas «recientemente (…) involucradas en actividades terroristas», y agregó que durante el allanamiento se produjeron intercambios de disparos con «hombres armados». Cuestionado por AFP, el ejército no quiso dar detalles sobre de qué se acusa a los sospechosos, alegando que aún hay una investigación en curso.