Le Figaro Burdeos

Sin embargo, al comienzo de la noche del lunes, la reunión era afable. Reunidos frente al ayuntamiento de Burdeos, varios centenares de manifestantes quisieron marcar una vez más su oposición a la reforma de las pensiones mediante un concierto de panes durante el discurso de Emmanuel Macron, a las 20.00 horas. Poco después, se cometieron varias degradaciones en el centro de la ciudad.

Treinta minutos después del discurso del Jefe de Estado, unas 200 personas salieron juntas de la plaza Pey Berland para dar un paseo, precisa la prefectura de Gironda. «Las fuerzas del orden sufrieron unos proyectiles al impedir el acceso a las arterias del hipercentro y utilizaron una bomba de humo», explican los servicios estatales, pero no se reportaron heridos, lamentan.

Por la tarde se encendieron una treintena de hogueras de basureros, y dos de ellas fueron especialmente significativas: «un montón para prender fuego a basureros y escombros frente a la comisaría del barrio de Capucins» -que fue detenido por la llegada de un unidad policial que permitió la dispersión de los protagonistas- y “un incendio de botes de basura contra la fachada de una sucursal del banco LCL controlada por los bomberos”.

Finalmente, la prefectura especifica que «se realizaron controles de identidad con el fin de iniciar una investigación después de la explotación de la protección de video». Según la policía, algunos manifestantes «extremistas» el lunes estaban en posesión de barras de hierro. Se está llevando a cabo una investigación para identificar a los autores de estas degradaciones, pero aún no se han producido arrestos.