Palabra del Primer Ministro: No habrá pausa en las reformas. Tras la luz verde del Consejo Constitucional y la promulgación de la ley de pensiones, Elisabeth Borne aseguró el sábado que quería «continuar el trabajo». “En las próximas semanas y meses, en torno al presidente de la República, estamos decididos a acelerar”, lanzó en el podio del Consejo Nacional del Renacimiento, reunido en el Dojo de París dos días antes de la intervención del programa televisivo de Emmanuel Macron. .
Ansioso por relanzar el quinquenio tras tres meses de disputa, el jefe de Gobierno afirmó descartar cualquier inmovilidad. Ante “los nostálgicos de las viejas divisiones”, “nunca seremos el campo de la renuncia”, subrayó frente a varios ministros y unos 200 a 300 ejecutivos del partido presidencial. Renuncia sería detener las reformas, cuando nuestros conciudadanos esperan respuestas y acciones.
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La “Francia del pleno empleo”, la “igualdad de oportunidades”, el “orden republicano” o incluso la transición ecológica se configuran como prioridades para el ejecutivo. Un poco antes, durante el Consejo Nacional del Renacimiento, los funcionarios del partido también intentaron delinear pautas generales. Industria verde, «valor del trabajo», vivienda, «emancipación de las personas», final de la vida: se han adoptado ampliamente cinco «resoluciones temáticas» para que sirvan como hoja de ruta.
En su afán de “apaciguar” a la vez que “acelerar”, Élisabeth Borne aprovechó su discurso para lanzar varias señales de apertura. Primero en la dirección de los sindicatos, que no apreciaron la promulgación relámpago de la ley y se negaron a acudir el próximo martes a la reunión propuesta en el Elíseo.
La reforma de las pensiones era «difícil» y «necesaria», pero «no hay ganador ni perdedor», insistió el inquilino de Matignon. “El tiempo del progreso social no ha terminado”, continuó, deseosa de “construir una agenda social en los próximos meses” con sindicatos y organizaciones empresariales, “en cuanto estén preparados para ello”. A priori no antes del “maremón” de manifestantes anunciado por los sindicatos para el 1 de mayo. Una vez pasada esta fecha, «habrá que volver a embarcar [al jefe de la CFDT] Laurent Berger en torno a un gran proyecto de trabajo», dijo al margen un dirigente renacentista.
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El Primer Ministro también envió guiños a los funcionarios electos locales, con el objetivo de «ir aún más lejos para la diferenciación local» y «confiar en las comunidades». Una forma de cuidar sus relaciones con el Senado y su presidente, Gérard Larcher, socios cruciales en la adopción de proyectos de ley. Según ella, “si no es el momento de las coaliciones, las mayorías son posibles, proyecto a proyecto”. Ella lo martilla: “Estamos decididos a encontrar soluciones”.
¿Por «nosotros» quiere decir «yo»? Probada por una larga crisis social y política, hasta el punto de que la hipótesis de un nuevo gobierno cobra fuerza en las filas del poder, Elisabeth Borne espera permanecer en Matignon. Como para consolarla, el jefe de Renaissance, Stéphane Séjourné, ha querido gratificarla con sus ánimos, antes de darle la bienvenida en el escenario: «Puedes contar con nuestro apoyo».