«¡49.3, no lo queremos!», «¡Más democracia!», «¡Insoportable!» y todo acompañado de silbatos. Mientras el Consejo Constitucional debe entregar sus conclusiones sobre el cumplimiento de la reforma de las pensiones dentro de unas horas, Elisabeth Borne acudió a un supermercado de Eure-et-Loir. Su visita fue algo interrumpida.
El presidente del Gobierno salió a defender las medidas adoptadas a favor del poder adquisitivo cuando la inflación alcanzó el 5,7% en marzo -un ligero aumento, por tanto- a lo largo de un año en Francia. Presente en una Hyper U en Hips, Elisabeth Borne vio su paseo interrumpido por clientes insatisfechos.
“Es normal que algunos puedan expresar sus desacuerdos, eso fue lo que algunos pudieron hacer. Otros, por el contrario, nos alientan. Estamos en una democracia para que todos puedan expresarse”, dijo el jefe de gobierno al micrófono de BFMTV. “Mi prioridad es apaciguar, poder responder a las preocupaciones concretas de los franceses y eso es lo que estamos haciendo hoy en este tema del poder adquisitivo”.