El uso de la píldora abortiva permanece temporalmente autorizado en Estados Unidos, pero bajo condiciones más drásticas, según un fallo dictado el miércoles por la noche por un tribunal federal de apelaciones.

Un panel de tres jueces de esta corte de apelaciones, con sede en Nueva Orleans, decidió por dos votos contra uno mantener la autorización de la píldora pero con reglas más estrictas. Para acceder a él, ahora se necesitan tres visitas al médico durante el período de prescripción, que se limitará a las siete primeras semanas de embarazo, frente a las diez anteriores.

Esta píldora fue autorizada por la administración estadounidense de medicamentos (FDA) hace más de veinte años y se utiliza para más de la mitad de los abortos realizados en Estados Unidos. Pero el viernes pasado, el juez Matthew Kacsmaryk, designado por el expresidente Donald Trump, anuló la aprobación de la FDA para el medicamento.

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Poco después, un juez de Washington dictaminó en un caso separado que se debe mantener el posible acceso a la píldora abortiva. Los dos jueces de la corte federal que votaron a favor del aumento de las restricciones, Kurt Engelhardt y Andrew Oldham, fueron designados por Donald Trump, mientras que el que votó en contra, Catharina Haynes, fue designado por el expresidente George W. Bush.

El giro se produce casi un año después de que la Corte Suprema, dominada por los conservadores, anulara el histórico caso Roe v. Wade, quien defendió el derecho de las mujeres al aborto en los Estados Unidos durante medio siglo.