Escándalo en Grecia. Cuatro árbitros polacos, Pawel Raczkowski, Radoslav Siecka, Adam Kupcik y Kristof Jakubik, habían sido elegidos para oficiar el choque de play-off de la Superliga entre AEK y Aris Salonika el domingo 10 de abril. Pero según la prensa local, el cuarteto habría llegado borracho a Atenas.
Y eso no es todo. Según los informes, los cuatro funcionarios también pelearon en el avión con los pasajeros. Como resultado de las carreras, la Federación Griega de Fútbol destituyó a los árbitros polacos y nombró árbitros locales para oficiar el partido.
“Durante el vuelo (sábado por la noche), pelearon con pasajeros griegos que vivían en Polonia y habían venido a visitar su país. Los cuatro árbitros mantuvieron una conversación sobre el contexto del fútbol griego, diciendo cosas terribles mientras consumían grandes cantidades de alcohol en el avión”, explica el medio griego Gazetta.gr. Según los informes, este último también se enojó con dos ciudadanos griegos, mientras continuaba provocándolos hasta que recibieron su equipaje. Uno de los dos ciudadanos griegos, molesto por la actitud de los árbitros, habría recibido incluso un escupitajo por parte de estos.
Información “errónea” según Pawel Raczkowski, el árbitro que iba a dar el pitido del encuentro y que accedió a responder a las preguntas de los medios griegos. “Todo lo que está escrito sobre que estamos borrachos es mentira. Somos árbitros profesionales y nunca nos comportaríamos así. Durante el vuelo sucedió lo siguiente: dos pasajeros, que hablaban ambos idiomas, comenzaron a insultarnos sin motivo alguno. Nos dijeron que apoyaban al Panathinaikos y que al día siguiente contarían todo a la prensa y que no arbitraríamos este partido”.
«No entiendo lo que pasó. Cuando aterrizamos, uno de ellos nos atacó verbalmente y me escupió en la cara. Con la intervención de la policía, el incidente cesó. No estábamos borrachos”, añadió el árbitro polaco. Antes de continuar y explicar que no fueron a un bar.
“Fui al hotel donde pasé toda la noche, no a un bar como se puede ver fácilmente en las imágenes de CCTV. Por la mañana, cuando nadie se había puesto en contacto conmigo, el señor Bennett (miembro de la Federación) vino a buscarme al hotel y me dijo que el partido no se cancelaría por estos rumores”. Una polémica que crece en Grecia y que no debe quedar ahí.