El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Volker Türk, expresó alarma el sábado por la tensa situación en Sudán e instó a todas las partes a redoblar los esfuerzos para restaurar un gobierno dirigido por civiles.

El jueves, activistas prodemocracia abuchearon a soldados y paramilitares que sumieron al país en un nuevo impasse político, con motivo del aniversario de dos revueltas que derrocaron a golpistas en este país casi siempre en manos de generales.

La firma del acuerdo de salida de la crisis que suponía relanzar la transición democrática tras el golpe de Estado de 2021, que iba a tener lugar el jueves, fue nuevamente aplazada, convocando entonces la oposición civil a manifestaciones.

“El país está en un momento decisivo. Se ha realizado mucho trabajo y se han dado muchos pasos positivos hacia la firma de un acuerdo final. Ahora se deben hacer todos los esfuerzos para volver a encarrilar la transición política”, dijo Türk en un comunicado.

Ya no es el conflicto entre civiles y soldados lo que mantiene a Sudán estancado sino la rivalidad entre el líder de facto del país, el general Abdel Fattah al-Burhane, jefe del ejército y autor del golpe de estado del 25 de octubre de 2021, y su en segundo lugar, el general Mohamed Hamdane Daglo, conocido como “Hemedti”, al frente de los ex milicianos de la guerra de Darfur agrupados ahora en las Rapid Support Forces (RSF).

El Sr. Turk instó a todas las partes a trabajar juntas para evitar más demoras en la firma de un acuerdo y pidió a los no signatarios que se unieran al proceso.