Ya no habrá ningún «grupo de trabajo» o «después del trabajo» o «llamada lo antes posible» en Italia. Fabio Rempelli, diputado de Hermanos de Italia (partido del primer ministro Giorgia Meloni) en la cámara baja, ha presentado una ley para prohibir el uso de lenguas extranjeras en documentos y comunicaciones oficiales, informa CNN. Las abreviaturas, palabras y nombres extranjeros deberán traducirse, y sólo se autorizarán en sus idiomas originales si no puede ser de otra manera.

Se apunta a todos los idiomas, pero se apunta específicamente al inglés porque, según el proyecto de ley, «la anglomanía menosprecia y humilla el idioma italiano». “No es sólo una cuestión de moda, porque las modas pasan, sino que la anglomanía repercute en el conjunto de la sociedad”, subraya el texto. A partir de ahora, si se aprueba la ley, no utilizar el italiano “para la promoción o utilización de bienes y servicios en territorio nacional” será sancionado con una multa de entre 5.000 y 100.000 euros. El Ministerio de Cultura creará un comité que certifique «el correcto uso de la lengua italiana y su pronunciación».

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En Francia, aunque el general de Gaulle emitió una orden para prohibir el inglés en el campo militar cuando exista un equivalente francés, «es decir en todos los casos», agregó escrito a mano, las palabras extranjeras abundan en el anuncio. No obstante, la ley Toubon de 1996 impuso el uso del francés en los servicios y establecimientos públicos del Estado. Ninguna “nación start-up” está, por tanto, por encima de la República.