Declaraciones de amor en redes sociales, guiños inspirados en entrevistas postpartido, reparto de autógrafos prefirmados… Stefanos Tsitsipas sabe cómo mantener su capital de simpatía. Pero ni el buen carácter del chico ni su excelente actuación en Melbourne (cuatro semifinales) pueden explicar por sí solos la enorme ola de apoyo que recibe en cada salida al Rod Laver Arena. El público parece haber convertido al griego en su nuevo héroe desde la eliminación de los jugadores australianos, y no es una casualidad. La población griega de Melbourne es la comunidad griega más grande fuera de Grecia. ¡Es incluso el tercero más grande, incluida Grecia, después de Atenas y Tesalónica!
Un censo de 2016 cuenta con 173.598 griegos, lo que representa casi el 4% de la población total del Gran Melbourne. Con otras ciudades como Sydney, Toronto, Nueva York, Boston y Chicago, la ciudad anfitriona del Abierto de Australia es, por lo tanto, uno de los principales centros de reunión de la diáspora griega. La inmigración griega también ha llegado al conjunto de Australia, ya que la isla-continente tendría, según las fuentes, entre 400.000 y 700.000 greco-australianos. Los primeros movimientos datan del siglo XIX, pero la mayoría de ellos llegaron en las décadas de 1950 y 1960, buscando trabajo después de la Segunda Guerra Mundial. El contingente se completó tras la crisis que azotó a Grecia a partir de 2008.
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¿No son los mejores jugadores de Australia en este momento Nick Kyrgios y Thanasi Kokkinakis? Dos nombres que suenan griegos, y por una buena razón. Ambos nacieron de al menos un padre griego. También recordamos a Mark Philippoussis, nacido en Melbourne de padre griego, que alcanzó dos finales de Grand Slam durante su carrera. Ahora está en el cuerpo técnico… de Stefanos Tsitsipas. En Melbourne, este último evoluciona como pez en el agua. «Es el Grand Slam de mi casa», dijo a Australian Financial Review. El apoyo que recibo aquí es increíble. Siento que tengo una conexión especial con los australianos y su forma de vida”. Si su tarea contra Novak Djokovic en la final del domingo promete ser difícil, al menos puede contar con el apoyo incondicional del público.