La policía impidió el miércoles a un centenar de inmigrantes, entre ellos niños, hacerse a la mar en Sangatte, tres días después de un naufragio mortal y mientras el norte de Francia se ve afectado por la nieve y el hielo, supimos en la prefectura de Paso de Calais. «Esta mañana, la policía impidió la salida en una pequeña patera de un centenar de inmigrantes estacionados en el municipio de Sangatte», explicó la prefectura a la AFP. Según un corresponsal de la AFP presente en el lugar, muchos agentes de policía bloquearon el acceso a la playa al grupo, entre el que se encontraban muchos niños pequeños.

Según la prefectura, “el operador social encargado por el Estado presentó una propuesta de alojamiento a las familias y a las personas vulnerables, como para cada operación de socorro”. Pero si «esta propuesta fue inicialmente aceptada, estas personas cambiaron de opinión y finalmente se negaron a ser acogidas antes de abandonar el lugar», continúa la prefectura.

Durante la noche del sábado al domingo, cinco inmigrantes, entre ellos un adolescente sirio de 14 años, murieron en Wimereux (Paso de Calais) mientras intentaban alcanzar un barco que ya estaba en el mar, con una temperatura de unos 9 grados, para llegar a Inglaterra.

El miércoles, la policía de Paso de Calais indicó en la red X que había interceptado un vehículo que transportaba a 40 inmigrantes durante la noche del martes al miércoles, en la misma localidad de Wimereux. «El conductor, sospechoso de ser un contrabandista, fue arrestado y puesto bajo custodia policial», escribió.