Gabriel Attal dio a conocer su decisión este martes por la mañana, durante su primer desayuno semanal con los líderes de la mayoría en Matignon. Para poner fin al suspenso, el primer ministro anunció su deseo de no someterse a un voto de confianza, según informaciones de Le Parisien, confirmadas por Le Figaro. Más tarde por la mañana, en una reunión intergrupo de la mayoría presidencial, el Primer Ministro también adelantó la fecha de su declaración de política general al Parlamento: “la próxima semana”.
Opcional, el voto de confianza sigue siendo, no obstante, una etapa tradicional de la vida parlamentaria francesa. Desde el inicio de la Quinta República, sólo ocho primeros ministros se han negado a confiar en los representantes de la nación. Al final de una declaración de política general, durante la cual el jefe de Gobierno presenta su programa a la Asamblea Nacional y luego al Senado, es costumbre solicitar un voto de confianza a los diputados. Si no obtiene la mayoría de votos, el gobierno deberá dimitir. Debilitado por una mayoría relativa, Gabriel Attal prefirió no realizar este peligroso ejercicio, como antes que él Élisabeth Borne, en julio de 2022. “No hay mayoría absoluta”, recordó en TF1, la noche de su nombramiento.
Mientras La France Insoumise pide esta votación desde el nombramiento del nuevo Primer Ministro, amenazando con una moción de censura, la Agrupación Nacional se muestra más abierta: «No creo que los franceses quieran que cerremos la puerta a a priori, que censuramos a priori a un gobierno que aún no ha hecho nada o que aún no ha anunciado nada”, declaró el marinista Jean-Philippe Tanguy el 10 de enero. Pero la intervención del presidente de los republicanos, Éric Ciotti, el lunes a las 20 horas en TF1 parece haber apagado las esperanzas del ejecutivo. “Ni confianza ni censura a estas alturas”, insistió el diputado de los Alpes Marítimos, cerrando la puerta a un voto de confianza favorable al gobierno.