Emmanuel Macron descansa los hitos de su plan «Marsella a lo grande». Iniciando una visita de tres días a Marsella para lanzar el Acto II del proyecto iniciado dos años antes, el Jefe de Estado sigue reivindicando la actuación. En una entrevista con La Provence el domingo por la noche, dijo que «ninguna ciudad recibe ayuda como Marsella». Y habla directamente a los «actores locales», mientras que sus relaciones con el alcalde de la ciudad, Benoît Payan, son algo tensas: «Ahora necesitamos que todas las partes interesadas consideren que comentar, procrastinar, no es una forma de satisfacer las necesidades de los marselleses». .”
Ya en septiembre de 2021, el presidente había denunciado que los “chicayas” frenaban los proyectos. Dos años después, afirma que “nunca va lo suficientemente rápido para mí”. Según él, «los compromisos asumidos se mantienen» y «se empiezan a traducir en logros concretos». Pero donde el Estado “asume la responsabilidad” de los problemas que enfrenta la ciudad, “todos los tomadores de decisiones locales” también deben “aceptar (e) que si hay una emergencia”, debe “también estar en su toma de decisiones”. Sobre todo en el tema de la escuela. “No fui yo quien tardó meses en aceptar acuerdos”, denuncia el inquilino del Elysée.
De vuelta en lo que él llama su «ciudad de corazones», Emmanuel Macron quiere «ver muy grande». Ya sea seguridad, vivienda, transporte… «Estamos en una época de constructores», argumenta. Llamando a «todos» a «llevar (r) e al ritmo de los servicios estatales para ir aún más rápido».
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“Con el Ayuntamiento fue un poco lento al principio pero ya quedó atrás, sé que vamos a poder avanzar a base de los últimos meses en el tema de escuelas y vivienda”, reconoce sin embargo el mandatario. Y para añadir, negándose a opinar sobre las ambiciones municipales de unos y otros: «Lo que me interesa no son los cambios de humor, son las acciones».