Nueve activistas de Greenpeace fueron liberados este miércoles en París, luego de una acción frente al Elíseo en 2020 denunciando la «inacción» del jefe de Estado ante la deforestación en la Amazonía. El 10 de septiembre de 2020, subidos a un camión de bomberos, los activistas se detuvieron en un cruce a pocos metros de la entrada al Elíseo.

Allí habían desplegado una escalera de incendios en la que colgaba una pancarta “Amazon en llamas, Macron siempre cómplice”. Varios se habían encadenado al camión. La policía intervino para cortarles las cadenas y 12 activistas fueron detenidos, según Greenpeace. Nueve fueron despedidos por participar en una manifestación prohibida y obstruir el tráfico.

Durante la vista del 15 de febrero, la fiscalía había pedido una multa de 300 euros a cada uno de ellos pero solo por el segundo delito, pidiendo la desestimación de los cargos por el primero. El martes, el juzgado de lo penal consideró que el delito de participación en manifestación prohibida «no constituía» y dictó un descargo por obstrucción al tránsito, en la medida en que «la acción no se había realizado con (este) fin».

“Es una buena decisión, estamos satisfechos”, reaccionó Me Alexandre Faro, abogado de los activistas. El decreto que prohibía las manifestaciones en este lugar “llegó al día siguiente”: era “para procesar a alguien por un delito que no se presentó el día de la acción”, explicó el abogado. Esta decisión “también demuestra que no es porque nos manifestemos frente al Elíseo que debamos ser sancionados”, añadió Me Faro.

«Los activistas ambientales no violentos son llevados ante los tribunales por muchas razones», dijo Adrien Biancone, uno de los acusados ​​liberados. “Hoy nos enfrentamos a una emergencia climática, es un tema que es mayor, que atañe a nuestro futuro y el Palacio del Elíseo es el mejor lugar si queremos transmitir un mensaje, cuando vemos que hay inacción climática”, agregó. .