Se levantó una barricada, se quitaron las puertas… La prefecta de Deux-Sèvres, Emmanuelle Dubée, y dos sindicatos agrícolas denunciaron la “degradación” este sábado 9 de septiembre en los alrededores de las obras de construcción de una cuenca en Priaires. Quienes se oponen a esta retención de agua, por su parte, se atribuyen la responsabilidad de la caída de “las primeras redes”. En un comunicado, el representante del Estado menciona «una barricada […] en la vía pública y la destrucción de varias barreras en Priaires», así como el «deterioro de un contador de agua en Mauzé».

Estos hechos «serán denunciados ante la fiscalía», añade el prefecto, afirmando que «varias llamadas» en este sentido fueron «lanzadas por los partidarios» de los nueve dirigentes sindicales y ecologistas juzgados la víspera en Niort por la organización de las manifestaciones contra las cuencas prohibidas de Sainte-Soline los pasados ​​octubre y marzo.

Priaires es la más pequeña de las 16 cuencas programadas en Deux-Sèvres. Una primera está en funcionamiento en Mauzé-sur-le-Mignon y otra en construcción en Sainte-Soline, donde varias manifestaciones provocaron enfrentamientos con la policía.

El colectivo Bassines Non merci (BNM), histórico opositor a estos embalses para el riego agrícola, evoca la puesta en marcha de una “torre de megabassins, alrededor del Mignon secado por el riego intensivo”. El BNM precisa en un comunicado de prensa que instaló una “barricada en la única carretera que conduce al nuevo sitio (…) para impedir el movimiento de las máquinas”, y luego “200 personas rodearon el lugar, fuertemente custodiadas por gendarmes”. .

«Entonces cayeron las primeras puertas, anunciando las movilizaciones que se producirían si las obras (en Priaires) continuaran», advierte el colectivo, que pide una moratoria sobre la construcción de cuencas. Todos los activistas anticuencas denunciaron «una provocación por parte del Estado» tras la inauguración de las obras de construcción de este nuevo depósito de agua en Priaires, a finales de agosto, dos días después de la llegada a París de un convoy de opositores a los orinales.

La FNSEA79 y los Jóvenes Agricultores 79, por su parte, denunciaron una “destrucción inaceptable” en un comunicado de prensa conjunto en el que exigieron que “los autores de estos actos” sean “detenidos y condenados”.

Estas cuencas excavadas en la tierra están destinadas a almacenar agua extraída de las aguas subterráneas en invierno, para regar los cultivos en verano. Sus partidarios lo consideran un seguro de cosechas esencial para la supervivencia de los agricultores ante las repetidas sequías. Los opositores denuncian un “acaparamiento” de agua por parte de la “agroindustria”.