Bercy sube el tono contra la SNCF. Invitada en BFMTV este jueves por la mañana, la ministra de Economía y Hacienda volvió sobre el acuerdo celebrado hace unos días entre la dirección de la empresa y las organizaciones sindicales. Un texto “insatisfactorio”, en opinión de Bruno Le Maire, que convocó al director general del grupo ferroviario para escuchar sus explicaciones.
«Hubo una disfunción», criticó el miembro del Gobierno, considerando que, como ministro responsable de la empresa, debería haber sido informado con antelación de las intenciones de la dirección. “Se firma un acuerdo que compromete el equilibrio financiero de la SNCF. No fui advertido. Reconozco que corresponde al director general de la SNCF gestionar las relaciones con las organizaciones sindicales, pero hay que mantener informado al ministro responsable”, explicó.
El ministro, como muchos miembros de la oposición de derecha, tuvo duras palabras sobre los saldos finales del texto, que mejora notablemente el final de carrera de los trabajadores de la SNCF y les permite beneficiarse de una CAA (terminación anticipada de actividad) de 18 meses, recibiendo el 75% de su salario. El acuerdo “da una sensación de doble rasero. [Es] muy provocativo para muchos de nuestros compatriotas que trabajan duro y han aceptado la reforma de las pensiones”, dijo Bruno Le Maire.
Por tanto, Jean-Pierre Farandou tendrá que responder a las preguntas del Ministro, «en los próximos días», sobre esta cuestión candente. «Estoy esperando una explicación convincente», advirtió el jefe de Bercy, sin confirmar si podría obligar al director general a retractarse de la palabra dada a los sindicatos. Una cosa es segura: si las organizaciones representativas y la dirección han “triunfado” en este texto, no significa el fin de los enfrentamientos en el seno de la SNCF. El miércoles, Sud Rail convocó a una nueva huelga en el seno de la empresa el 21 de mayo, considerando que “los trabajadores ferroviarios se están quedando atrás”. “La dirección se contenta con repartir migajas, ignorando las necesidades reales de sus agentes […]. Mientras el Estado, cada vez más desdeñoso, intenta pisotear el derecho de huelga, es hora de reconocer la dedicación y la importancia del trabajo de los ferroviarios”, proclama el sindicato, que quiere un “sprint final” antes de los Juegos Olímpicos.