Unas 70 personas han muerto desde el sábado pasado a causa de inundaciones e inundaciones repentinas en Afganistán, anunció el miércoles un funcionario del Departamento de Gestión de Desastres Naturales. «Las lluvias continuaron en Afganistán después de Eid el Fitr (fin del mes de ayuno del Ramadán) y unas 70 personas murieron» en los últimos cinco días, anunció Janan Sayeq en un comunicado en vídeo.
Cincuenta y seis personas resultaron heridas, más de 2.600 casas destruidas y más de 2.000 cabezas de ganado se perdieron, añadió el portavoz. Una veintena de las 34 provincias afganas registran precipitaciones elevadas desde hace varias semanas, incluida la provincia de Kabul.
Las inundaciones están afectando a casi todas las regiones esta primavera, un período tradicional de lluvias en Afganistán. Unas 60 personas murieron tras las fuertes lluvias caídas en las últimas tres semanas de marzo en el país.
Afganistán vivió un invierno muy seco y se ve fuertemente afectado por los trastornos climáticos. Según los científicos, este país, asolado por cuatro décadas de guerra y que se encuentra entre los más pobres del mundo, es también uno de los peor preparados para afrontar las consecuencias del cambio climático.