El primer sindicato agrícola francés FNSEA, la Oficina de Inmigración de Francia y la agencia de empleo marroquí han firmado un acuerdo para «facilitar la contratación de trabajadores agrícolas estacionales marroquíes» por parte de los agricultores franceses, anunció el viernes la FNSEA. “Este planteamiento se enmarca en la voluntad de atender las necesidades de los agricultores que actualmente se enfrentan a la falta de candidatos, sobre todo para trabajos temporales, poniendo en entredicho determinados cultivos”, señaló el sindicato mayoritario en un comunicado de prensa.

El acuerdo se firmó con la Oficina Francesa para la Inmigración y la Integración (Ofii) y la institución pública marroquí responsable del empleo, Anapec. La FNSEA dice así que quiere sentar «las bases de un enfoque virtuoso y responsable cuyo reto es claro: ofrecer a los agricultores un ‘proceso’ de contratación colectivo y seguro, garantizando a los empleados una introducción, integración y retorno a sus países de forma organizada y marco respetuoso». «Es un buen ejemplo de inmigración circular, con trabajadores transportados con permisos de residencia temporal, según el calendario de producción agrícola», dijo a la AFP el director general de la agencia ‘Ofii, el prefecto Didier Leschi.

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Si el acuerdo marco, consultado por AFP y fechado el 27 de junio, no se compromete con ningún objetivo cuantificado, forma parte de una «explosión» de la utilización de temporeros marroquíes en los últimos años, subrayó Didier Leschi: 15.700 temporeros de Marruecos que vinieron a trabajar a Francia en 2022, más de 10.000 en 2021, 6.300 en 2018. «Los traemos de forma permanente», resume el jefe de Ofii, que también organiza la llegada de trabajadores de Túnez y Turquía, pero de una forma «más forma «limitada».

Los temporeros extranjeros, que han regresado en gran número desde el levantamiento de las restricciones vinculadas a la COVID-19, son una pieza fundamental en la rueda de la agricultura francesa. En las empresas agrícolas, esta mano de obra se ha vuelto tan esencial a lo largo de los años que los empleadores han pedido a las autoridades francesas que organicen puentes aéreos excepcionales en el punto álgido de la pandemia, para transportar armas mientras las conexiones aéreas estaban paralizadas. La Ofii había traído así a 900 trabajadores marroquíes en octubre de 2020 para “salvar las cosechas” de clementinas de Córcega. O 300 más en diciembre del mismo año a Bouches-du-Rhône y Vaucluse para trabajar en horticultura y horticultura.