Las solicitudes de asilo en Alemania aumentaron a más de la mitad en 2023, informó el lunes la Oficina Federal de Migración y Refugiados, confirmando el aumento de la inmigración que presiona al gobierno de Olaf Scholz. Según cifras oficiales, en 2023 se registraron 329.120 primeras solicitudes de asilo, un 51% más que el año anterior. Incluyendo las solicitudes posteriores, el número asciende incluso a 351.915.
En el otoño de 2023, el gobierno alemán reforzó sus controles fronterizos y anunció una serie de medidas destinadas a hacer que el país fuera menos atractivo para los solicitantes de asilo. Las solicitudes cayeron casi un 35% en diciembre respecto al mes anterior, posible consecuencia de las nuevas medidas.
Alemania, un destino favorito para los inmigrantes procedentes de Siria, Turquía y Afganistán en particular, decidió entonces introducir controles estacionarios en sus fronteras con Polonia, la República Checa y Suiza. Antes de eso, y desde la crisis migratoria de 2015/16, Alemania solo tenía controles estacionarios en su frontera con Austria.
El aumento de las llegadas ilegales en los últimos meses ha provocado un animado debate en Alemania, cuyas capacidades de acogida se están agotando. En este país, los municipios y regiones, que también han absorbido la llegada de un millón de refugiados ucranianos desde febrero de 2022, dicen estar al límite de sus posibilidades de alojamiento y atención.
La situación beneficia a la extrema derecha, que está disfrutando de una ola de éxito electoral. «El número de personas que actualmente vienen a nosotros es demasiado elevado», insistió el canciller Olaf Scholz al presentar medidas para acelerar las expulsiones de las personas a las que se les ha rechazado el asilo.
Para las fronteras con Polonia, la República Checa y Suiza, la ministra del Interior, Nancy Faeser (del SPD), había rechazado durante mucho tiempo la idea de controles fijos debido al impacto en los trabajadores fronterizos y en el comercio con estos países: estas medidas ralentizar considerablemente el tráfico y crear atascos.
Tras la publicación de las cifras el lunes, afirmó que «demuestran que debemos continuar sistemáticamente nuestro enfoque para limitar la inmigración irregular» y afirmó que el gobierno había «aportado nueva claridad a la política migratoria».