La proliferación de algas verdes «no está en un nivel muy alto para el inicio de la temporada» en Bretaña, según Sylvain Ballu, responsable del proyecto de seguimiento de las mareas verdes del Centro de Estudio y Valorización de las Algas (Ceva). «Hicimos dos sobrevuelos (en avión) que permitieron ver que no estamos a un nivel muy alto para el inicio de la temporada», declaró a la AFP, mientras el interés de los medios por el tema se reaviva con la publicación del Miércoles de la película «Green Algae», dirigida por Pierre Jolivet.

“El fenómeno está disminuyendo con respecto a hace veinte años. Se han realizado esfuerzos, las concentraciones de nitratos se han reducido significativamente: los ríos de la bahía de Saint-Brieuc han pasado de casi 40 a 22 mg” por litro, añadió, señalando sin embargo que en caso de “conjunciones climáticas desfavorables” “grandes proliferaciones podría ser temido.

“Con respecto a los años 1980-1990, tenemos muchos sitios que tenían mucho y que ya no tienen, o ya no tienen mucho: hemos tenido un retroceso en muchos sectores”, afirmó. El experto también recordó que la bahía de Saint-Brieuc solía representar la mitad de los varamientos regionales de algas verdes y este año nuevamente esta bahía en forma de “V”, muy protegida del oleaje, concentra gran parte de los varamientos.

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Así, el 21 de junio, el ayuntamiento de Saint-Brieuc, en una orden, prohibió el acceso a una playa de la ciudad, dada la «imposibilidad técnica de recoger estas algas verdes» y «considerando que el acceso a la zona de emanación y difusión de sulfuro de hidrógeno presenta un peligro para la seguridad pública”. Las algas verdes, al descomponerse, emiten sulfuro de hidrógeno (H2S), un gas potencialmente mortal en altas dosis.

El 7 de junio, en el marco del Plan de control de las algas verdes (PLAV) 2022-2027, cogestionado por el Estado y la región de Bretaña, ocho bahías bretonas afectadas por estas proliferaciones se comprometieron a reducir los flujos de nitrógeno (nitratos) a los cursos de agua. La financiación asociada a estos ocho contratos territoriales asciende a 18,3 millones de euros, según una nota de prensa conjunta. El plan de control de algas verdes se puso en marcha en 2009.