Los episodios breves de ira pueden ser perjudiciales para nuestra salud. Así lo demuestra un nuevo estudio estadounidense. En consecuencia, la ira aumenta el riesgo de sufrir enfermedades cardíacas y accidentes cerebrovasculares.

Cuando estamos enojados o tristes, no sólo daña nuestra psique. Nuestra salud física también se resiente. Así lo destaca un nuevo estudio publicado en el Journal of the American Heart Association.

Los científicos de la Universidad de Columbia en Nueva York querían descubrir qué influencia tienen en los vasos sanguíneos las emociones negativas como la ira, la tristeza y el miedo.

Para ello, sometieron a 280 adultos a un experimento. Se les asignó aleatoriamente una de cuatro tareas emocionales durante ocho minutos:

Luego se examinaron las funciones vasculares de los participantes, una vez al principio y en cuatro momentos diferentes después de experimentar la tarea emocional asignada. Los científicos llegaron a la siguiente conclusión:

1. Ira:

2. Miedo y tristeza

«La función vascular deteriorada se asocia con un mayor riesgo de ataque cardíaco y accidente cerebrovascular», explica el autor principal del estudio, Daichi Shimbo, del Centro Médico Irving de la Universidad de Columbia. «Hemos visto que provocar un estado de ira conduce a una disfunción de los vasos sanguíneos». Sin embargo, los científicos no pudieron determinar el proceso exacto que se produce en el cuerpo y en qué se diferencia la ira del miedo, lo que se investigará en futuros estudios.

Existen algunas estrategias que puedes utilizar para lidiar con la ira y aliviarla en tan solo unos minutos. Las entrenadoras de crianza Jeannine Mik y Sandra Teml-Jetter lo revelan en un artículo invitado. Estos se aplican tanto a usted cuando está solo como cuando interactúa con otras personas, como los niños. Aquí tienes una selección:

• Anillo de goma: Use un anillo de goma en su muñeca y tire de él en situaciones estresantes. Esto nos devuelve al presente, cuando el dolor físico tiene prioridad sobre el dolor psicológico en el cerebro.

• Esfuerzo físico: Busca una actividad muy exigente físicamente, que te deje sin aliento y requiera toda tu concentración. ¿Quizás hace tiempo que deseas mover el armario unos centímetros más hacia la izquierda?

• Di “¡Alto!”: dite a ti mismo en voz alta: “¡Alto, todo está bien!” Quizás quieras agregar tu nombre aquí. No te muevas en este momento, realmente deberías poder oírte a ti mismo.

• Sonríe: Sonríe incluso cuando no tengas ganas. Mantenga esta sonrisa durante unos dos minutos. Está demostrado que nuestro cuerpo, en conjunto con nuestro cerebro, consigue que nos sintamos mejor. Entonces nos burlamos de nosotros mismos.

• Agua: Lávese las manos con agua cómodamente tibia o beba lentamente un vaso grande de agua. Durante estos procesos se activa el sistema nervioso parasimpático. Le ayuda a encontrar el camino de regreso a la relajación cuando está estresado. Por eso también se le conoce como “nervio en reposo”.

• Bailemos: sube el volumen de la música y baila para sacar toda la energía y tensión reprimidas de tu cuerpo. Muévete de la forma que más te convenga y te haga sentir bien. Nadie está mirando, estás libre de juicio.

Además de la ira, existen otros factores que aumentan el riesgo de sufrir eventos como un infarto o un derrame cerebral. Éstas incluyen

como lo demostró un estudio reciente en el New England Journal of Medicine.

Por lo tanto, se puede influir significativamente en determinados factores de riesgo. Según la Fundación Alemana del Corazón, para promover la salud del corazón son necesarios los siguientes puntos: