(Ottawa) El gobierno de Trudeau dice que está “en modo de solución” para que las organizaciones comunitarias de Quebec privadas de fondos del programa Aging Well at Home puedan obtenerlos. La Presse informó el martes que las personas mayores de Quebec que necesitan ayuda en casa están atrapadas contra su voluntad en un conflicto entre Quebec y Ottawa.

El asunto surgió durante el turno de preguntas del martes, cuando la diputada del Bloc Québécois, Andréanne Larouche, acusó al gobierno de “abandonar a las personas mayores” y “tomarlas como rehenes”.

“Con el programa Envejecer bien en casa, se crean dos clases de personas mayores: las personas mayores de Quebec y las de Canadá. Los de Quebec no recibirán ayuda de Ottawa”, subrayó antes de presionar al gobierno de Trudeau para que transfiera las cantidades al gobierno de Legault.

No es la primera vez que el diputado acusa al gobierno de Trudeau de dar ventaja a determinadas personas mayores en detrimento de otras. Lo mismo ocurrió con el aumento de la pensión del Seguro de Vejez. Desde julio de 2022, el aumento del 10% solo se aplica a los mayores de 75 años. Presentó un proyecto de ley del Bloc Québécois para que las personas mayores tuvieran derecho a ello a partir de los 65 años. El proyecto de ley C-319 recibió el apoyo de todos los funcionarios electos durante su estudio en la comisión parlamentaria, pero necesitará obtener una recomendación real ya que involucra gastos gubernamentales.

Fue la ministra de Turismo, Soraya Martínez Ferrada, y no el ministro de Trabajo y Tercera Edad, Seamus O’Regan quien se levantó para responder.

El gobierno federal ha asignado 90 millones de dólares al programa Aging Well at Home para financiar varios proyectos que ayuden a las personas mayores a poder vivir en sus hogares el mayor tiempo posible. En Quebec, las organizaciones habían pedido unos cientos de miles de dólares, pero vieron desaparecer de la noche a la mañana el dinero que les había prometido el gobierno federal.

Al gobierno de Quebec le hubiera gustado distribuir los sobres a través de sus programas ya existentes, concretamente Quebec Amigo de las Personas Mayores y el Programa de Apoyo a las Organizaciones Comunitarias. Según la Ley del Ministerio del Consejo Ejecutivo, también conocida como ley M-30, el gobierno federal no puede distribuir cheques directamente a las organizaciones.

Los proyectos implicaban realizar pequeños trabajos como instalar una barra de apoyo en el baño, un aire acondicionado o incluso cambiar bombillas.

«No hay nadie que tome como rehenes a los mayores, entonces aquellos que hacen sus políticas a costa de los mayores, es inaceptable», defendió el lugarteniente político de los liberales en Quebec, Pablo Rodríguez. Todavía espera llegar a un acuerdo para que los fondos puedan canalizarse hacia los proyectos aprobados.