La visita de Estado del presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, a China «se realizará del 11 al 14 de abril», dijo este viernes a la AFP un portavoz de la presidencia, tras el aplazamiento de este viaje. El presidente de izquierdas, de 77 años, tuvo que posponer esta visita, inicialmente prevista para esta semana, tras contraer una neumonía leve.
Lula debió haber salido de Brasil el domingo pasado rumbo a China, que es el primer socio comercial del país latinoamericano, al frente de una nutrida delegación de ministros y empresarios, entre ellos la agroindustria. Si parte de su delegación aún realizaba el viaje a Beijing, Brasil y China habían indicado que la visita del presidente Lula a Beijing y luego a Shanghai sería reprogramada rápidamente. El vocero de la presidencia brasileña indicó que se está elaborando el programa de este viaje.
Inicialmente, la agenda oficial de Lula debería haber comenzado esta semana con una entrevista con su homólogo Xi Jinping, a quien debía presentar un plan de paz para Ucrania, cuyos contornos, sin embargo, aún son vagos.
A casi tres meses de su regreso al poder y tras los años de aislamiento en Brasil bajo el mandato de su antecesor ultraderechista Jair Bolsonaro, el ícono de la izquierda pretende mostrar, con este nuevo viaje al extranjero, su deseo de reposicionar a su país en el escenario internacional. Jair Bolsonaro había golpeado a China con declaraciones inoportunas, especialmente durante la epidemia de Covid-19.
Pero China es un socio comercial clave para Brasil: el comercio bilateral alcanzó los 150.000 millones de dólares el año pasado. Y casi la mitad (48%) de las inversiones en China se dirigen a Brasil, la principal potencia económica de América Latina y un importante productor agrícola.