El canciller alemán, Olaf Scholz, trató de poner en perspectiva el viernes una brecha en su seguridad, que vio a una persona acercarse y abrazarlo esta semana en la pista de un aeropuerto, un incidente que su ministro del Interior consideró inaceptable. «La gente que me saluda y me saluda no es algo que me impresione, es completamente normal y no sentí esta situación tan dramática», comentó Olaf Scholz durante una conferencia de prensa durante una visita a Tallin en Estonia. “La policía está haciendo un buen trabajo, me siento seguro”, trató de tranquilizar.

Su propia ministra del Interior, Nancy Faeser, fue menos diplomática sobre el trabajo de la policía y el equipo de protección personal del canciller. «Tal incidente no debería ocurrir», dijo a los periodistas el viernes durante un viaje. “Las personas involucradas ahora examinarán con mucha precisión qué sucedió, qué errores se cometieron, para que no vuelva a suceder en el futuro”, agregó.

Los hechos se remontan a la noche del miércoles en una pista del aeropuerto de Frankfurt. El canciller regresaba de un evento organizado en el Banco Central Europeo y acababa de ingresar a la pista con su convoy gubernamental. La policía no vio que un hombre había seguido al convoy sin autorización y que él también había entrado en esta zona que le estaba prohibida.

Cuando el Canciller se bajó de su auto, el cincuentón se le acercó, le estrechó la mano y lo abrazó. Luego fue arrestado por seguridad y la fiscalía abrió una investigación. Según la revista Der Spiegel, el intruso parece haber estado bajo la influencia de estupefacientes.