Una salida llena de acontecimientos para Éric Zemmour. El sábado 17 de junio, el presidente del partido de la Reconquista se desplazó a Brest (Finisterre) para firmar su último libro No dije mi última palabra. Y según Telegram y Ouest-France, la llegada del ex candidato presidencial fue interrumpida por manifestantes. Según Telegram, unas 250 personas se dieron cita en la Place de la Liberté de Brest antes de incorporarse al hotel Oceania donde estaba prevista la sesión de firmas.
Dos manifestantes, que lanzaron una barrera contra una ventana del hotel, fueron detenidos y puestos bajo custodia policial, según la subprefectura, precisa AFP. Un manifestante resultó herido con un vidrio al patear un escaparate y un simpatizante de Éric Zemmour resultó herido en la frente. Según los bomberos de Finistère, este último, de 19 años, se negó a ser evacuado antes de haber podido recibir una dedicatoria de Éric Zemmour, «retrasando en consecuencia la actuación de los bomberos».
Según Ouest-France, se produjo un violento altercado frente a las puertas del hotel. La policía usó botes de gas lacrimógeno contra los manifestantes mientras atacaban la ventana del hotel. Según los informes, una persona resultó herida en la cabeza. La sesión de firmas del escritor continuó a media tarde, sus aproximadamente 100 a 150 simpatizantes entraron y salieron del hotel bajo la protección de la policía, dijo la subprefectura.
Acompañado de Le Figaro, el séquito de Éric Zemmour asegura que «se rompieron bombas de humo» en el interior del hotel donde tuvo lugar la sesión de firmas. “Cuando llegué a las 13:00 horas, los primeros antifas comenzaron a insultarme y amenazarme, la policía no intervino”, dijo Éric Zemmour.
«Esperaron hasta las 15:00 horas a que los antifas cargaran con una violencia salvaje», prosiguió, rechazando cualquier «enfrentamiento» entre simpatizantes de los dos bandos, pero evocando «ataques deliberados, violentos, salvajes contra niños, jóvenes, ancianos, abuelas”. Según él, la subprefectura “no hizo su trabajo” y “es indigna”. “O es político, por hostilidad. O es negligencia y mediocridad. Y en ambos casos es culpable”, añadió de nuevo, pidiendo “explicaciones y sanciones”.
De 100 a 150 simpatizantes pudieron entrar y salir del hotel bajo la protección de la policía, dijo la subprefectura. «Todas las personas que vinieron a asistir a la inauguración pudieron hacerlo», dijo la prefectura.
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Una treintena de asociaciones y sindicatos habían convocado a una manifestación contra la llegada de Eric Zemmour, entre ellos Vigilancia e iniciativas sindicales antifascistas (Visa 29), informa siempre Telegram.