Le Figaro Burdeos
Burdeos quiere ser parte del experimento. Pronto aparecerán en la ciudad nuevos radares urbanos, del tamaño de pequeñas cajas colocadas en los semáforos de los pasos de peatones. Establecidos en 2021 en cuatro ciudades de Francia, incluidas Marsella y Toulouse para una fase de prueba (sin verbalización), podrían extenderse a otras ciudades a partir de 2023. Este es al menos el deseo del ayuntamiento de Burdeos. “Inmediatamente solicitamos tener radares urbanos en la ciudad”, explica Amine Smihi, teniente de alcalde de Burdeos responsable de tranquilidad, seguridad, prevención y mantenimiento del espacio público.
A principios de año se firmó un principio de acuerdo con la prefectura de la Gironda, para que Burdeos forme parte de la próxima salva de ciudades para experimentar con este sistema de control de carreteras, que tiene muchas ventajas. «Espero que se pongan en marcha a partir de 2023», explica el responsable electo, subrayando que su gran número (una o varias decenas por ciudad) podría tener un fuerte efecto disuasorio sobre los infractores y permitir «hacer respetar los 30 km/h». ”, extendida al 90% de las calles de Burdeos desde 2022.
Leer tambiénAparcamiento en Burdeos: la ciudad quiere «repartir el espacio público»
“La idea no es tener una activación sistemática”, subraya sin embargo Amine Smihi, sino que ciertos radares se activen al azar, porque la ciudad no tiene el objetivo de aumentar el número de verbalizaciones. A través de esta nueva palanca de acción, el municipio desea sobre todo animar a los usuarios de la carretera a respetar las normas. Estos radares también deben estar “ampliamente distribuidos” en diferentes partes de la ciudad y cambiar de lugar regularmente, para que los conductores permanezcan atentos.
La próxima intervención de estos medios de control es tanto más deseable cuanto que, al igual que en Burdeos donde el número de multas está aumentando, el departamento también está experimentando un aumento muy claro en el número de infracciones en la carretera. El mes pasado, la prefectura de Gironda reveló que en 2022 el número de accidentes mortales fue el más alto en diez años en el departamento, con 86 personas muertas en las carreteras de Gironda. La principal causa de estos accidentes mortales es la velocidad excesiva o inadecuada (36% de los accidentes), por delante de los niveles de alcohol en sangre y la falta de atención (22% cada uno).