Un ex primer ministro de Burundi, Alain-Guillaume Bunyoni, es buscado por la justicia, que ha realizado varias búsquedas sin localizarlo, anunció este miércoles el ministro del Interior, asegurando ignorar los motivos de estas operaciones.

primer ministro desde junio de 2020, el muy influyente Alain-Guillaume Bunyoni fue destituido de su cargo el 7 de septiembre por el presidente Evariste Ndayishimiye y reemplazado por el ministro del Interior Gervais Ndirakobuca.

Cinco días antes, el Jefe de Estado había denunciado en un discurso la voluntad de «golpe de Estado» por parte de quienes se creen «todopoderosos» y tratan de «sabotear» su acción.

Alain-Guillaume Bunyoni había sido considerado durante mucho tiempo el verdadero número dos del régimen desde la crisis política de 2015 y el líder de la línea dura entre los generales que trabajan detrás de escena del poder. «Hubo un registro» de varias casas pertenecientes a Alain-Guillaume Bunyoni el lunes, pero las autoridades «no lo encontraron», dijo en rueda de prensa el ministro del Interior, Martin Niteretse, quien aseguró desconocer los motivos de estos registros. “Estamos esperando porque lo siguen buscando”, continuó.

El ex primer ministro «fue advertido de antemano que la soga se le iba a apretar, desapareció en la naturaleza antes de la llegada de la policía», dijo a la AFP un alto mando del ejército burundés, que pidió el anonimato. Esta misma fuente afirmó que fue detenido un alto mando policial, sospechoso de haber advertido a Alain-Guillaume Bunyoni de los allanamientos que se avecinaban. El Ministro del Interior confirmó la detención de un coronel de la policía, pero sin dar los motivos.

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Desde el final de una guerra civil que asoló el país entre 1993 y 2006 y cobró 300.000 vidas, el país ha estado bajo un control férreo del régimen, gracias a la Imbonerakure, la liga juvenil del partido gobernante, el CNDD-FDD. y el Servicio Nacional de Inteligencia. Si bien la comunidad internacional ha acogido cierta apertura en el país desde que Evariste Ndayishimiye llegó al poder en junio de 2020 tras la repentina muerte de Pierre Nkurunziza, una comisión de investigación de la ONU afirmó en septiembre de 2021 que la situación de los derechos humanos seguía siendo «desastrosa» en Burundi.

Desde su independencia en 1962, Burundi ha sido escenario de numerosas masacres y conflictos entre las comunidades hutu y tutsi, estimadas respectivamente en el 85% y el 14% de su población. Burundi, sin salida al mar en la región de los Grandes Lagos, es el país más pobre del mundo en términos de PIB per cápita según el Banco Mundial, que estima que el 75% de sus doce millones de habitantes vive por debajo del umbral de la pobreza.