El discurso según el cual el estallido de violencia es sólo un “sentimiento” no resiste la prueba del aumento de noticias, pero también de cifras. Un informe final del servicio ministerial de estadística para la seguridad interior, presentado este jueves, lo demuestra: en 2023, los servicios de policía y gendarmería registraron, en términos de delitos y faltas, nada menos que 444.700 víctimas de violencia física. ¡Es casi una persona afectada en carne propia cada minuto en Francia!

Si el semáforo vuelve a ponerse en rojo con un nuevo aumento del 7% respecto a 2023, el número de víctimas de atentados sigue aumentando hasta el punto de marear. Parece que los distintos planes gubernamentales son ineficaces y que las ilusiones sobre “el derecho a una vida pacífica” defendidas por Emmanuel Macron en Le Figaro en abril de 2021 se han esfumado. En ocho años, el número de personas atacadas ha aumentado un 60%, con casi 230.000 víctimas más que en 2016.

Los estadísticos de Beauvau observan que, actualmente, más de la mitad de esta violencia física se perpetra en el seno de la propia familia, principalmente en el contexto conyugal en el 73% de los casos. “Su proporción aumentó del 41% en 2016 al 54% en 2023”, señalan los autores del informe que, una vez más, atribuyen esta tendencia a una mayor propensión de las víctimas a acudir a presentar una denuncia. “Siguiendo el Grenelle sobre la violencia doméstica, en el contexto de la libertad de expresión impulsada por el movimiento

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En este oscuro panorama, nada menos que 114.100 personas que habían sufrido violencia sexual acudieron el año pasado a una comisaría o a una brigada de gendarmería para presentar una denuncia. Una cifra que se ha más que duplicado en ocho años. Y las puertas cerradas del hogar no explican tal cifra.

“Entre 2016 y 2023, más de las tres cuartas partes de la violencia sexual se cometen fuera del ámbito familiar y más de la mitad de estas víctimas eran menores de edad en el momento de los hechos (57%)”, señalan los estadísticos de seguridad interna. «Uno de los factores que aumentan el número de víctimas de violencia sexual registradas en un año determinado es la proporción cada vez mayor de hechos antiguos (delitos o faltas) denunciados por las víctimas», descifra el estudio, que precisa en particular que «el tiempo medio para denunciar denuncia por violencia sexual, pasó de 28 a 51 meses para menores y de 8 a 18 meses para adultos.

En 2023, parece que los objetivos de los ataques serán “un poco más a menudo las mujeres”, ya que representan el 55% de las víctimas. Esta proporción se dispara cuando los actos se cometen en el hogar: “Las mujeres son tres veces más víctimas que los hombres de la violencia perpetrada en el seno de la familia (52 víctimas por 10.000 habitantes frente a 18 víctimas por 10.000 habitantes)”, señalan los analistas de Beauvau, que añaden que “las tasas de víctimas femeninas per cápita aumentan muy rápidamente con la edad, con un máximo entre los 20 y los 39 años (y en particular un pico de 128 víctimas por 10.000 habitantes entre los 25 y los 29 años)”. Estas tasas son entonces de 4 a 8 veces superiores a las de los hombres.

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Por el contrario, como confirma siempre el estudio, la población masculina es mucho más víctima de ataques en cuanto abandona el ámbito familiar. «Las tasas de víctimas masculinas per cápita son muy bajas antes de los diez años y aumentan muy rápidamente después, con un máximo entre los 15 y los 29 años», antes de una disminución mucho más rápida de los casos a partir de los 50 años. En general, el estudio señala finalmente que poco más de las tres cuartas partes de las principales víctimas de agresión sexual fueron agredidas físicamente, o casi 37.500 víctimas el año pasado, incluido el 43% por violación o intento de violación.

Este preocupante panorama, opuesto a una lectura sincera de la criminalidad francesa, llega en un momento en que nuestros compatriotas muestran desconfianza hacia el gobierno. Como muestra el último barómetro de seguridad del fiduciario francés/Odoxa para Le Figaro publicado el pasado mes de enero, por término medio seis de cada diez todavía se sienten inseguros en el país.