(Ginebra) Aún pasarán años antes de que los coches verdaderamente autónomos lleguen a las carreteras, pero las normas internacionales que regularán su uso podrían estar listas a mediados de 2026, según la ONU.
Si bien las preocupaciones sobre los costos de seguridad y desarrollo para obtener autonomía adicional han frenado el progreso, “el trabajo fundamental sobre la regulación está avanzando”, explica Dmitri Mariyasin, secretario ejecutivo adjunto de la CEPE, la agencia de la ONU que gestiona estas complejas cuestiones de regulación del transporte.
El Foro Global para la Armonización de las Regulaciones de Vehículos se estableció en 1952 y reúne a autoridades nacionales, fabricantes de automóviles y gigantes tecnológicos para encontrar puntos comunes aplicables en todo el mundo.
Se encontró esta semana en Ginebra.
A diferencia de muchas otras áreas donde la legislación tiene grandes dificultades para seguir el ritmo de la innovación, aquí las reglas preceden a la llegada de nuevas tecnologías a la vida diaria.
Así, en febrero se adoptaron nuevas normas de la ONU sobre los sistemas de asistencia a la conducción que entrarán en vigor en septiembre, subraya Richard Damm, presidente del Grupo de Trabajo sobre Vehículos Automatizados, Autónomos y Conectados (GRVA).
Es más, “esperamos tener regulaciones armonizadas a nivel mundial sobre sistemas de conducción automatizada (ADS) listas para mediados de 2026”, dijo.
Este avance del encendido es la regla y no la excepción en el sector del automóvil, subraya François Guichard, secretario del GRVA, recordando que la normativa para los vehículos eléctricos estaba lista antes de su llegada al mercado y que ya existe el marco para vehículos de hidrógeno, en caso de que la industria avance hacia la producción en masa.
Hay cinco niveles de autonomía, siendo el primero ya común.
En el Nivel 2, los conductores deben permanecer atentos al tráfico. En el nivel 3, el conductor no conduce cuando los sistemas automatizados están activados, pero puede intervenir en cualquier momento y debe tomar el relevo cuando el sistema lo solicite.
En el nivel 4, el conductor no necesita estar preparado para intervenir rápidamente, al menos en áreas limitadas, mientras que los vehículos del nivel 5 son totalmente autónomos.
Según François Guichard, la tecnología de nivel 1 y 2 probablemente ya esté presente en la mitad de los vehículos nuevos.
“El nivel 3 todavía es raro y el nivel 4 no existe para la venta como producto de producción en masa”, señala.
Los sistemas de Nivel 3 y Nivel 4 son “mucho más caros”, por lo que es probable que la tecnología de asistencia al conductor más profunda en el Nivel 2 sea lo primero, para vincularse con los niveles posteriores.
“¿Hay futuro para los coches autónomos? Puedo responder claramente que sí”, asegura Damm.
“Esta tecnología va a existir y está en parte en camino, aunque aún no ha penetrado en el mercado masivo. Pasarán algunos años más antes de que lo veamos en el mercado masivo, porque tenemos que resolver varios problemas”, admite.
Las preocupaciones por la seguridad pública siguen siendo la principal prioridad al establecer el marco regulatorio.
Cada año se producen alrededor de 1,2 millones de muertes en carretera y 50 millones de heridos.
“Aún no sabemos si los vehículos autónomos serán más un problema o más bien una solución”, subraya Dmitry Mariyasin.