A pocos días de la gran final de la Champions League entre Manchester City e Inter de Milán, su hermana pequeña cerró su edición este miércoles por la noche con una tentadora final de conferencia de la Europa League entre el club inglés West Ham y el club italiano Fiorentina, sobre el césped. del estadio Eden Arena, en Praga en la República Checa. Una final que olía a pólvora con mucha tensión en el recinto con tres heridos en una pelea entre aficionados, a pocas horas del inicio del partido.
Por el lado de los Hammers, el técnico David Moyes ha decidido dar de inicio a dos jugadores franceses con el ex parisino Alphonse Areola en las jaulas y el defensa Kurt Zouma en la bisagra axial. Por el lado de Viola, el táctico Vincenzo Italiano prescindió del extremo francés Jonathan Ikoné, en favor de Christian Kouamé en el lateral.
En el primer tiempo, los dos equipos pusieron mucha intensidad y agresividad en sus intercambios, aunque el encuentro tuvo problemas para resolverse. La Fiorentina parecía ligeramente superior con un 70% de posesión en particular, ocho intentos de tiro y un gol anulado en la línea de Luka Jovic por un ligero fuera de juego (4 90). El West Ham fue rápido al contragolpe y marcó el único disparo del descanso en el primer minuto, fichado por Michail Antonio. Pero el desempeño ofensivo de los ingleses estuvo lejos de ser ostentoso, en verdadera falta de consistencia -a diferencia de la Viola que se apoyó en sus bandas para desbordar a Nicolás González y Christian Kouamé.
En el segundo acto, cuando el ritmo empezaba a bajar, el West Ham llegó a sonar a su rival al provocar y convertir un penalti tras la estela de Saïd Benrahma, tras una mano de Cristiano Biraghi (62º). Pero la Viola no tardó en reaccionar gracias a Giacomo Bonaventura que remató de cabeza el saque de Nicolás González (67′). Tras un intercambio de ocasiones en la última media hora, Jarrod Bowen anotó el gol de la victoria en los últimos instantes, servido en profundidad por Lucas Paquetá (90º).
Con este resultado, el West Ham ganó su primera competición europea desde la final ganada (2-0) al TSV 1860 de Múnich con un doblete de Alan Sealey, en la final de la Recopa de Europa de 1965. Al igual que sus compatriotas de la AS Roma en la Europa League, los jugadores de la Fiorentina acaban la competición como tristes finalistas perdedores.