Élisabeth Borne presenta este jueves las medidas «regulares» del Gobierno en respuesta a los disturbios urbanos de junio, en presencia de numerosos alcaldes reunidos en el gran anfiteatro de la Sorbona. En esta ocasión, el Primer Ministro reunirá a los alcaldes de los municipios más afectados por los disturbios, a quienes Emmanuel Macron recibió en el Elíseo a principios de julio.

Las medidas presentadas el miércoles pretenden, según Matignon, en particular «garantizar la seguridad de nuestros conciudadanos, apoyar mejor a las familias y reforzar la cohesión nacional». Por tanto, los anuncios se referirán principalmente al ámbito «normal», explica un consejero ministerial, ante el Comité ministerial de las ciudades (CIV) que ha sido aplazado varias veces y que finalmente se reunirá el viernes en Chanteloup-les-Vignes (Yvelines). Este CIV debe aportar soluciones a problemas recurrentes en los barrios prioritarios, en materia de empleo, vivienda, educación y discriminación.

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El jueves, en la Sorbona, Borne hablará tras una introducción de Gilles Finchelstein, codirector general de la Fundación Jean-Jaurès. Varios ministros precisarán las líneas generales: la ministra de Solidaridad y Familias, Aurore Bergé, detallará las relativas al “apoyo parental” y al “restablecimiento de la patria potestad”. El ministro del Interior, Gérald Darmanin, especificará las relativas «al orden republicano» y el ministro de Justicia, Éric Dupond-Moretti, detallará «las medidas judiciales en materia de responsabilidad parental y justicia juvenil», según Matignon. El Ministro Delegado encargado de Asuntos Digitales, Jean-Noël Barrot, desvelará las medidas relativas a su ámbito ministerial.

Una semana de disturbios particularmente violentos siguió a la muerte, el 27 de junio, de Nahel, un joven asesinado por la policía durante un control de carreteras en Nanterre (Altos del Sena). Después de estos disturbios, más breves pero que superaron en magnitud a los de 2005, “debemos trabajar para recivilizar”, instó Emmanuel Macron en agosto. El jefe de Estado había hablado anteriormente de un “proceso de descivilización”. Macron citó en particular «el proyecto familiar», «el lugar de la escuela», «la integración a través de la economía y el empleo», pero también «la regulación de las pantallas».

Según un informe interministerial consultado por la AFP, los alborotadores de junio eran en su mayoría hombres, muy jóvenes, poco cualificados y sin reivindicaciones ideológicas. Los encuestados de la muestra estudiada son el 79% de nacionalidad francesa y las tres cuartas partes nacieron en Francia. Hasta el 1 de agosto, 2.107 personas habían sido juzgadas y 1.989 condenadas, el 90% de las cuales recibieron pena de prisión, según el Ministerio de Justicia.

Estas dos reuniones se celebran en un contexto de seguridad tenso. Francia entró en alerta de “ataque de emergencia” tras la muerte el 13 de octubre, en un ataque yihadista, de un profesor en Arras, en medio de temores de importar el conflicto a Oriente Medio.