Jacques Higelin tarde o temprano encontró el nombre para bautizar este sello musical independiente nacido en 1996, hogar de Vincent Delerm, Shaka Ponk y Vianney, que se cuenta en un documental, La belle histoire.
El atractivo de esta marca no ha disminuido con el paso de los años. «Hago música, ¿cómo consigues que te contraten tarde o temprano?» lanza así un joven al público en el preestreno en un cine parisino de los tres episodios de 35 minutos cada uno, que estarán disponibles gratuitamente a partir del miércoles en YouTube. “Te daré mi correo electrónico”, responde con una sonrisa Vincent Frèrebeau, jefe del sello.
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La belle histoire, un documental dirigido por Benoît Toulemonde y Didier Varrod, repasa un viaje lleno de giros y vueltas. Se trata de la canción New soul (2007) de Yael Naim, que se volvió viral porque apoyaba un anuncio de Apple, que salvó al barco del hundimiento financiero en un momento en el que las ventas físicas se desplomaban (CD, vinilo), mientras las plataformas de música se desplomaban. Aún no instalado. “Magia, en pocos días nos encontramos en el número 1 en Estados Unidos, rompí a llorar, la presión era enorme”, respira Vincent Frèrebeau en el tercer episodio.
El sello también vive sus horas oscuras con la desaparición de la cantante Lhasa, a los 37 años, a causa de un cáncer de mama. “Está en tu alma, la oigo reír”, confiesa Vincent Frèrebeau. Pero, más allá de la música abierta al mundo de Yael Naim (canciones en inglés, francés o hebreo) y Lhasa (inglés, francés, español), tarde o temprano fue durante mucho tiempo la sede de la nueva canción francesa con Thomas Fersen y Mathieu. Boogaerts y Vincent Delerm. La expresión, tarde o temprano, afecta especialmente a este último, que esperará “casi dos años” antes de firmar, deseando Vincent Frèrebeau que el artista alcance la madurez. El éxito llegó con su primer álbum en 2002. Hoy, es Vianney quien desempeña este papel de locomotora.
Entre el perfil de yerno ideal de los cantantes antes mencionados destaca el grupo Shaka Ponk, con sus furiosos conciertos. Sus miembros cuentan cómo, inicialmente dudosos, se unieron al sello después de una reunión con Vincent Frèrebeau. Quien “saltó sobre su escritorio tocando la guitarra con una raqueta, incluso le sangró la nariz”, recuerda el cantante Frah. Era el grupo que tarde o temprano esperaba diversificarse con la productora de espectáculos Zouave.














