«Ninguna fuente ha proporcionado pruebas creíbles de irregularidades» por parte de los 23 nadadores chinos que dieron positivo a principios de 2021 por una sustancia prohibida y nunca fueron sancionados, aseguró el lunes el presidente de la Agencia Mundial Antidopaje (AMA), Witold. Banco.
El director del organismo antidopaje mundial, muy criticado desde la revelación de estos resultados positivos el sábado por el New York Times y el canal alemán ARD, reafirmó su creencia en la teoría de la «contaminación ambiental» de «atletas más bien inocentes». que el dopaje deliberado y encubierto.
«Si tuviéramos que hacerlo de nuevo (tratar de nuevo este asunto, nota del editor), haríamos exactamente lo mismo», declaró el líder polaco, criticando sin nombrar las «críticas políticamente motivadas», en clara alusión a las acusaciones de El jefe del agente antidopaje estadounidense, Travis Tygart, se confabuló entre la AMA y Pekín para “esconder bajo la alfombra” estos casos positivos.
Según la investigación de ARD y NYT, 23 de los mejores nadadores chinos dieron positivo a principios de 2021 por trimetazidina, una sustancia prohibida desde 2014 por mejorar la circulación sanguínea, ya detectada en los nadadores chinos Sun Yang y en la joven patinadora rusa Kamila. Valieva.
De estos 23 nadadores, 13 participaron en los Juegos Olímpicos de Tokio unas semanas después, en el verano de 2021. Y tres regresaron con el oro al cuello: Zhang Yufei (200 m mariposa y 4×200 m libre), Wang Shun (200 m combinados) y Yang. Junxuan (4×200 m estilo libre).
En ese momento, el Ministerio de Seguridad Pública de China llevó a cabo una investigación sobre las pruebas positivas. En marzo de 2021, un informe redactado por la Agencia Antidopaje China (Chinada) concluyó que había contaminación alimentaria, sin que se pronunciara ninguna suspensión provisional entre los resultados positivos y la presentación de este informe.
«Notificada en junio de 2021», la AMA no pudo enviar sus investigadores a China debido a las restricciones sanitarias relacionadas con la pandemia de Covid-19, pero consultó a expertos independientes «y recopiló información científica adicional sobre la trimetazina», explicó el sábado.
Concluyó que no era «capaz de refutar la posibilidad de contaminación como fuente de trimetazidina», por lo que se abstuvo de apelar la falta de sanciones y de comunicar sobre el caso.