El IPCC de Pays-de-la-Loire recomienda en un informe publicado el miércoles 12 de abril prohibir la construcción de megacuencas agrícolas que se llenarían «por bombeo en las capas freáticas», para proteger el recurso hídrico.

“Nuestra posición es una posición de reserva porque estas megacuencas no resuelven el tema de la falta de recursos hídricos ni lo acentúan”, explicó a la AFP Antoine Charlot, secretario general de esta variación regional de climatólogos de Naciones Unidas, luego de la publicación del informe De las propuestas a la acción. «Esto crea en particular problemas de evaporación y calentamiento del agua que generan bacterias», agregó, precisando que el IPCC regional no se opone a otras técnicas como los embalses de montaña que permiten almacenar el agua de escorrentía.

Lanzado en octubre de 2020 por el Comité 21 Grand Ouest, una red de actores comprometidos con el desarrollo sostenible, este IPCC regional está compuesto por investigadores de diferentes disciplinas que trabajan en universidades, colegios o institutos de investigación. Su primer informe, publicado en junio de 2022, se centró en las “vulnerabilidades” de esta región ante el cambio climático. El segundo, presentado el miércoles por la mañana en Angers, está dedicado a las soluciones para adaptarse a los problemas climáticos. Elabora una serie de recomendaciones para hacer de la región Pays-de-la-Loire “un ejemplo único y pionero” en este ámbito.

Le rapport suggère notamment de lancer une «COP» régionale sur le climat assortie d’objectifs chiffrés: réduire de 6% par an les émissions de gaz à effet de serre et créer de nouveaux puits de carbone (en plantant notamment un million d’arbres anualmente). En el ámbito agrícola, el IPCC regional pide acelerar la formación de agricultores en temas climáticos y apoyo “social y económico” para cambiar el modelo.

Este informe también propone crear un mercado local de compensación de carbono. Esto permitiría, por ejemplo, a una empresa contaminante financiar proyectos de transición ecológica: plantación de árboles, setos, restauración de humedales, etc. Por último, recomienda la creación de un fondo climático de emergencia, complementado por las autoridades locales, para ayudar a las empresas a capear los caprichos del clima, que es probable que aumente en número en los próximos años.