Sus abogados han denunciado constantemente un “fiasco judicial”. El rapero MHD, cuyo nombre real es Mohamed Sylla, presentó este martes un recurso de apelación tras ser condenado el 23 de septiembre a 12 años de prisión por asesinato, según información de Le Figaro.
Sus coacusados, Issifou Sylla, Babacar Sonko, Robby Marechaux y Hamidou Traoré, también apelaron la sentencia que los condenaba a penas que oscilaban entre 10 y 14 años de prisión. Asimismo, el Ministerio Público constató una contraapelación en contra de cada uno de ellos.
El único acusado que no impugnó la decisión es el que fue juzgado en ausencia, presuntamente prófugo. Otros tres hombres también fueron absueltos.
Durante tres semanas en septiembre, la adorada estrella del afro-trap compareció ante el tribunal penal de París por una pelea fatal en el verano de 2018 en el norte de la capital. Loïk K., un joven de 23 años, fue atropellado deliberadamente por un coche, golpeado y luego asesinado a puñaladas por una banda de jóvenes de una ciudad rival del distrito 19 de París.
Este llamado sigue la posición que el artista ha mantenido constantemente frente a los hechos. Mohamed Sylla, que celebró su 29 cumpleaños durante el juicio, siempre ha proclamado su inocencia, afirmando no haber estado presente en el lugar del asesinato. “Desde el principio he mantenido mi inocencia en esta historia y seguiré manteniendo mi inocencia”, declaró durante las últimas palabras del acusado. Su abogada, Elise Arfi, no quiso hacer comentarios.
El caso quedó ilustrado por la terrible ley del silencio que rige en estos barrios. Algunos acusados admitieron durante el proceso que conocían los nombres de los participantes en la reyerta, pero ninguno quiso dar nombres: “Durante todo el proceso, sabes muy bien lo que está pasando y en lo que puede incurrir la gente…. No tengo privilegios”, admitió Mohamed Sylla durante su interrogatorio. “En concreto, me pidieron que cerrara la boca sobre este asunto”, admitió uno de los tres absueltos. Omisiones, presiones y amenazas han hecho que cualquier intento de acceder a la verdad sea en vano.
Esta ley del silencio pendió constantemente durante las tres semanas de debates, para gran consternación de la familia de la víctima, que esperaba obtener finalmente respuestas. «Mientras nos nieguemos a hablar de ello, mientras no podamos relacionar este crimen con algo humano, seguirá vinculado al ámbito de la monstruosidad», denunció una de las abogadas de la parte civil, Mathilde Robert.