El Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) condenó este jueves a Italia por «trato degradante» de cuatro inmigrantes en la isla de Lampedusa, detención «sin base legal clara» y «expulsiones colectivas» sin evaluación individual.
El juzgado había sido tomado por cuatro tunecinos que intentaron cruzar el Mediterráneo en 2017 y que fueron rescatados por un barco italiano y luego llevados a Lampedusa. Afirman haber sufrido un trato «inhumano y degradante» en la isla, antes de ser «obligados» a regresar en avión a Túnez.
El gobierno italiano no ha impugnado las acusaciones relativas a las condiciones de vida y el trato infligido a los inmigrantes en Lampedusa, acusaciones “corroboradas por fuentes independientes nacionales e internacionales”, subrayó el TEDH.
Roma tampoco ha podido demostrar que los procedimientos de deportación se hayan iniciado realmente antes del regreso de los migrantes. Por lo tanto, su detención «carecía de una base legal clara», lo que les impedía impugnar su detención ante los tribunales.
Los magistrados europeos también recuerdan la prohibición de las expulsiones colectivas de extranjeros y señalan que en este caso no se examinaron “por separado” las situaciones particulares de las personas afectadas. Para dos de los cuatro migrantes, los decretos de expulsión adoptados “fueron estereotipados y no contenían ninguna información individual”, subraya la Corte. Por lo tanto, se ordenó a Italia que pagara 8.500 euros a cada uno de los demandantes por “daño moral”.
El TEDH es el brazo judicial del Consejo de Europa, organismo con sede en Estrasburgo y que reúne a los 46 Estados signatarios del Convenio Europeo para la Protección de los Derechos Humanos. La Corte es competente para pronunciarse sobre las violaciones de esta convención cometidas dentro de los Estados signatarios.
En un informe publicado el jueves, el Comité contra la Tortura, otro organismo del Consejo de Europa, instó a los estados a poner fin a las devoluciones en las fronteras terrestres o marítimas, en particular en las fronteras exteriores de la Unión Europea, citando las devoluciones como «ilegales». e inaceptable».