Joe Biden y Donald Trump, de 81 y 78 años, son hoy en día objeto de ataques a sus capacidades cognitivas. Ataques que perjudican tanto más al presidente cuanto que parece más frágil que su rival. Su actuación podría confirmar o desmentir las dudas sobre su capacidad para liderar a su país durante cuatro años más. Lo mismo ocurre con el expresidente, que últimamente ha pronunciado discursos incoherentes. Irónicamente, Joe Biden podría beneficiarse de ser retratado como un presidente al borde de la senilidad. Sus oponentes no pusieron el listón muy alto.
El azar favorece a Joe Biden en este tema clave de su campaña. El debate se produce cuatro días después del segundo aniversario de la decisión de la Corte Suprema que eliminó el derecho constitucional al aborto. El presidente aprovechará la ocasión para recordar el papel de Donald Trump en esta decisión que la mayoría de los estadounidenses deplora y que está provocando historias de terror en varios estados donde se ha prohibido el aborto o se ha restringido el acceso a él. También criticará a su rival por poner en peligro el acceso a la píldora abortiva y a la fertilización in vitro. Su rival argumentará que estas cuestiones son competencia de los Estados.
Donald Trump responderá con sus propias historias de terror sobre su tema favorito. En los últimos días se ha centrado en los crímenes cometidos por inmigrantes ilegales, incluido el asesinato de una madre de cinco hijos. Y estableció un vínculo falso entre estos crímenes y una nueva política de Joe Biden que permitirá a los inmigrantes ilegales casados durante al menos diez años con ciudadanos estadounidenses obtener la residencia permanente. El presidente responderá recordando en particular las presiones ejercidas por su rival sobre los parlamentarios republicanos para impedir la adopción de un proyecto de ley bipartidista destinado a asegurar la frontera sur.
Una de las incógnitas del debate es cómo reaccionarán los candidatos a las normas anunciadas por CNN, emisora del evento. ¿La ausencia de una audiencia que aplauda sus líneas enfriará a Donald Trump? ¿Silenciar su micrófono durante los discursos de Joe Biden realmente le impedirá interrumpir? En última instancia, estas reglas podrían ayudar al ex presidente a proyectar una imagen más… presidencial, lo que lo beneficiaría ante los ojos de los independientes, la audiencia clave del debate. Otra incógnita: la reacción de Donald Trump ante los moderadores Dana Bash y Jake Tapper, cuya imparcialidad ha cuestionado en los últimos días.
El debate de 90 minutos tendrá lugar más de cuatro meses antes de las elecciones presidenciales, en lugar de a finales de septiembre o principios de octubre, como es habitual. Por lo tanto, podemos preguntarnos qué quedará cuando los votantes hagan su elección. Dicho esto, una fórmula asesina, una metedura de pata importante o una actuación inesperada podrían tener un impacto y reorientar la carrera por la Casa Blanca. Las discusiones sobre la economía, la preocupación dominante de los votantes, también jugarán un papel determinante en el impacto del debate. Por el momento, los votantes confían más en Donald Trump que en Joe Biden en este tema.