Los finlandeses votan el domingo para elegir a su presidente, cuyo papel ha aumentado desde que se unió a la OTAN el año pasado y que empeoraron las tensiones con la vecina Rusia debido a la guerra en Ucrania. Unos 4,3 millones de electores deben elegir entre el ex primer ministro conservador Alexander Stubb, que quedó primero en la primera vuelta el 28 de enero con el 27,2% de los sufragios, y el ex jefe de la diplomacia, Pekka Haavisto, miembro de los Verdes pero que está postulándose como independiente (25,8%).
Dotado de poderes limitados en comparación con el Primer Ministro, el Jefe de Estado, elegido por seis años, dirige sin embargo la política exterior del país en estrecha cooperación con el gobierno. También es comandante supremo de las fuerzas armadas. Un papel destacado que ha adquirido aún más importancia debido a la evolución geopolítica en Europa y la entrada en la OTAN de Finlandia, que comparte 1.340 kilómetros de frontera con Rusia.
Neutral durante la Guerra Fría, el país nórdico puso fin a tres décadas de no alineación militar tras la invasión de Ucrania. Se convirtió en miembro de la Alianza Atlántica el año pasado, para gran consternación de Rusia, que prometió responder con “contramedidas”. A finales de agosto, Finlandia enfrentó una afluencia de inmigrantes en su frontera oriental, acusando a Moscú de orquestar una crisis migratoria a sus puertas. Helsinki cerró su frontera con su vecino en noviembre, una medida apoyada por todos los candidatos.
Una encuesta realizada el jueves por la televisión pública Yle atribuye a Alexander Stubb el 54% de las intenciones de voto, frente al 46% de Pekka Haavisto. Los dos ex ministros de Asuntos Exteriores comparten la misma visión sobre la postura a adoptar frente a Rusia en caso de un refuerzo de las sanciones contra Moscú.
Pekka Haavisto afirmó durante un debate televisado el jueves por la tarde que «la Unión Europea podría hacer mucho más para ayudar a Ucrania», mientras que, para Alexander Stubb, «el camino de Ucrania es el nuestro, y en estos momentos luchan por la libertad de los europeos».
En 2022, el presidente saliente, Sauli Niinistö, elegido en 2012 y considerado el actual líder europeo que habló más regularmente con Vladimir Putin, se había puesto en contacto directamente con el jefe del Kremlin para anunciar su decisión de unirse a la OTAN. Desde entonces, ha habido silencio en la radio y ninguno de los candidatos espera una llamada telefónica del Kremlin después de las elecciones.