El presidente Emmanuel Macron y el primer ministro italiano, Giorgia Meloni, llamaron el viernes 24 de marzo a apoyar a Túnez, que enfrenta una grave crisis financiera, para contener la «presión migratoria» que este país representa para Europa.
“En Túnez, la tensión política muy grande, la crisis económica y social que se vive en ausencia de un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, (son) muy preocupantes”, declaró Emmanuel Macron durante una rueda de prensa en el marco de una cumbre europea. .
Esto «conduce a una desestabilización muy grande del país y de la región y a una mayor presión migratoria sobre Italia y la Unión Europea», dijo, y pidió «actuar juntos» a nivel europeo para ayudar a Túnez y permitir el «control de la emigración». . «Debemos lograr a muy corto plazo detener los flujos migratorios que salen de Túnez y aumentar (esta) presión», insistió el presidente francés, precisando haber hablado al respecto con el jefe del Gobierno italiano durante una reunión bilateral.
Giorgia Meloni, evocando el miedo a una «ola migratoria», explicó que había abordado el tema durante la cumbre porque «quizás no todo el mundo sea consciente de los riesgos que crea la situación en Túnez». Interrogée sur une éventuelle mission italo-française en Tunisie avec la commissaire européenne aux Affaires intérieures Ylva Johansson, elle a répondu : «Oui, il y a une mission au niveau des ministres des Affaires étrangères, il y en plusieurs en ce moment qui se rendent en Túnez».
“Si no abordamos estos problemas adecuadamente, existe el riesgo de que se desate una ola migratoria objetivamente sin precedentes”, dijo Giorgia Meloni, cuyo gobierno de extrema derecha sigue una línea antiinmigrante. También habló de la situación en Túnez con el comisario europeo de Economía, Paolo Gentiloni, que “irá allí en los próximos días”. «Se debe trabajar a nivel diplomático para convencer a las dos partes, el FMI y el gobierno de Túnez, de concluir un acuerdo para estabilizar financieramente la región», subrayó.
Túnez ha estado negociando durante varios meses con el Fondo Monetario Internacional un préstamo de casi dos mil millones de dólares, pero las discusiones entre las dos partes parecen haberse estancado desde que se anunció un principio de acuerdo a mediados de octubre. El jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, por su parte, advirtió este lunes que la situación en Túnez era «muy peligrosa», evocando incluso un riesgo de «colapso» del Estado susceptible de «provocar flujos migratorios hacia UE y provocar inestabilidad en el Región MENA (Oriente Medio y Norte de África)”. Un análisis calificado de «desproporcionado» y rechazado por Túnez.