La academia de Toronto estaba desconsolada a principios de julio por el suicidio de un director de 60 años, Richard Bilkszto, según la radio pública canadiense CBC News. El hombre había presentado una denuncia unos meses antes contra una organización privada de formación profesional que ofrece seminarios sobre antirracismo: el Instituto KOJO, fundado y dirigido por Kike Ojo-Thompson, un exprofesor convertido en activista antirracista en los medios.
Según el abogado de Richard Bilkszto, su suicidio está directamente relacionado con un incidente que ocurrió durante un seminario en la primavera de 2021 al que había asistido el director. Kike Ojo-Thompson le había acusado de supremacista blanco, una afirmación que habría desestabilizado profundamente a este funcionario conocido por su larga trayectoria en la educación así como por su compromiso asociativo contra el racismo. El gobierno canadiense ha anunciado la apertura de una investigación sobre el Instituto KOJO.
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Esta organización que ofrece formación contra la discriminación y el racismo es uno de los muchos establecimientos privados que ahora ofrecen formación de este tipo a empresas o administraciones. Richard Bilkszto participó en uno de los seminarios web ofrecidos por el Instituto KOJO, que es socio de la academia de Toronto, cuando era director suplente, recién se había jubilado después de 24 años en la educación canadiense. Según la denuncia presentada por el profesor y difundida en la prensa canadiense, durante el seminario, el formador Kike Ojo-Thompson habría insistido en la idea de que existe un racismo estructural presente en Canadá, tesis defendida por los seguidores del “ teoría crítica de la raza”, esta corriente de ideas poscoloniales que denuncia el racismo inconsciente de las instituciones occidentales.
Según el Daily Mail, Kike Ojo-Thompson supuestamente afirmó que Canadá era un «país aún más racista que Estados Unidos» porque «nunca ha sido responsable de su pasado racista hacia los negros». Richard Bilkszto habría intervenido entonces para expresar su disconformidad con las palabras de la entrenadora (una mujer negra), quien se habría molestado al responder de inmediato: “Estamos aquí para hablar sobre el racismo contra los negros, pero tú, a pesar de tu blancura, tú ¿Crees que me puedes decir cómo van las cosas para los negros en este país?
La denuncia del director, presentada varios meses después del altercado, menciona entonces que quería iniciar una desescalada con su interlocutor, pero uno de los otros participantes en el seminario le dijo entonces que sus declaraciones eran «graves». La semana siguiente, durante la segunda sesión del seminario, Kike Ojo-Thompson volvió sobre el incidente explicando que la intervención de Richard Bilkszto “constituye (fue) un ejemplo concreto de resistencia, en apoyo del supremacismo blanco”.
Estos altercados habrían impedido entonces a Richard Bilkszto continuar con su trabajo correctamente, y lo habrían sumido en un estado de ansiedad emocional por el cual fue puesto de baja por enfermedad. Los cargos en su contra fueron aún más difíciles de recibir ya que se sabía que el hombre había participado en programas inclusivos en la educación pública y era miembro fundador de una asociación antirracista, la Fundación contra la Intolerancia.
Sin embargo, la Academia de Toronto y el Ministro de Educación de Canadá han anunciado que se toman en serio las acusaciones de Richard Bilkszto contra el Instituto KOJO. El ministro Stephen Lecce los consideró «graves e inquietantes», y anunció la apertura de una investigación administrativa, al tiempo que indicó que sus servicios deberán controlar mejor en el futuro la formación profesional brindada a los docentes «para que tal incidente no vuelva a ocurrir».
El Journal de Montréal precisa que antes del suicidio del director, la junta escolar de la academia se había negado a tomarse en serio las dificultades encontradas por Richard Bilkszto a raíz de este seminario, y había terminado rescindiendo su contrato de trabajo. Finalmente, según el Daily Mail, el suicidio del director llevó a muchos docentes canadienses a llamar al abogado de Richard Bilkszto para contarle hechos similares que vivieron durante capacitaciones o campañas de concientización contra el racismo.
