Un hombre murió el domingo cuando dos asaltantes enmascarados abrieron fuego, aparentemente contra él, en medio de una misa en una iglesia católica en Estambul, antes de huir. El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, expresó sus condolencias y aseguró que se habían tomado “las medidas necesarias” para detener a los atacantes. El Papa Francisco condenó inmediatamente el ataque y expresó desde Roma su “cercanía” con la comunidad de esta iglesia.

Según las autoridades turcas, el ataque parecía tener como objetivo una persona concreta y no esta iglesia católica. Unas cuarenta personas participaron en la misa, según funcionarios locales.

El ataque se produjo hacia las 11:40 horas (09:40 hora francesa) en la iglesia de Santa María, en el barrio de Sariyer, en la parte europea de Estambul, indicó en las redes sociales el ministro del Interior, Ali Yerlikaya, precisando que se había abierto una investigación. «Condenamos enérgicamente este despreciable ataque», añadió el ministro.

Imágenes de televisión mostraron a agentes de policía y una ambulancia ante la puerta de esta iglesia del siglo XIX. Según el ministro, una persona que asistía a la celebración, identificada simplemente por sus iniciales C. T., fue asesinada. En las imágenes tomadas por las cámaras de seguridad antes del ataque, se puede ver a dos hombres con máscaras negras y las manos en los bolsillos. Uno de ellos tiene gafas de sol.

El ministro italiano de Asuntos Exteriores también expresó sus «condolencias» y su «enérgica condena», afirmando estar «seguro de que las autoridades turcas arrestarán a los responsables». El ataque se produce más de una semana después de una reunión en Estambul entre Recep Tayyip Erdogan y la primera ministra italiana, Giorgia Meloni. La persona asesinada fue atacada en medio de una misa por los atacantes, denunció Omer Celik, portavoz del partido gobernante AKP (Partido por la Justicia y el Desarrollo).

«Nuestras fuerzas de seguridad están llevando a cabo una investigación a gran escala sobre este asunto», afirmó. «Aquellos que amenazan la paz y la seguridad de nuestros ciudadanos nunca lograrán sus objetivos». El gobernador de Estambul, Davut Gul, dijo a los periodistas en el lugar que no hubo heridos. El motivo de este ataque no se conoció de inmediato.

En diciembre, las fuerzas de seguridad turcas arrestaron a 32 sospechosos, presuntos miembros del grupo yihadista Estado Islámico (EI), sospechosos de planear ataques contra sinagogas, iglesias y la embajada iraquí. Las detenciones se realizaron en nueve ciudades diferentes, incluidas Estambul y la capital, Ankara. ISIS se ha atribuido la responsabilidad de una serie de ataques mortales en Turquía, incluido uno el 1 de enero de 2017 en un club nocturno de Estambul, que dejó 39 muertos.