Le Fígaro Nantes
La ira no ha disminuido. El miércoles pasado, la publicación de un mapa por parte del Estado, en medio de un debate público, sobre las zonas propicias para el desarrollo de la energía eólica marina provocó la furia de los cargos electos en Vendée. Tanto en el fondo como en la forma. Los políticos habían sido invitados 36 horas antes a una reunión que confirmó sus temores de ver instalado un nuevo parque en su departamento, visible desde la costa.
Menos de una semana después, fue el turno de los pescadores locales de expresar su “indignación”. En un comunicado de prensa publicado el martes, el Comité Regional de Pesca (Corepem) de Países del Loira “quiere agradecer a los cargos electos que se movilizan para hacer oír la voz del litoral en la planificación de la energía eólica marina”. Y desea “alertar a las autoridades públicas”.
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“Nos mostraron este mapa hace más o menos un año. Nos comprometimos a aportar datos para hacerlo evolucionar”, explica a Le Figaro José Jouneau, presidente del Corepem, contactado por teléfono. Sólo que asegura que los pescadores del Golfo de Vizcaya habían sugerido más energía eólica flotante, permitiendo ubicar los mástiles más lejos de la costa. “El 80% de los buques tienen menos de 12 m”: esto significa que, debido a su tamaño, los profesionales pescan principalmente en la franja costera, donde se podrían establecer o ampliar nuevos parques. Se trata, por tanto, de un grito de alarma: “si sumamos las molestias causadas por la energía eólica y las fuertes zonas de protección [de las especies], nos dirigimos hacia zonas de pesca que nos van arrebatando progresivamente”, resume el director regional, que acaba de salir de un mes de cese forzoso de la pesca para preservar a los delfines.
“Nos preguntamos si una actividad no sustituye a otra”, se preocupa. Es decir, que el sector eólico sustituya al de la pesca… «Vamos a ser autosuficientes [energéticamente] pero traeremos nuestro pescado de otra parte», anticipa, subrayando este «miedo a verse desaparecer».
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A nivel personal, desde su botadura en 1977, José Jouneau, originario de Sables-d’Olonne, ha visto desaparecer la flota: «donde había 100 barcos, hoy quedan 30» (a escala de la Bahía de Vizcaya). Desde que presidió el Comité Regional de Pesca del País del Loira, “hemos pasado de 1.800 marineros a bordo a 900”.
“Tengo la impresión de que el Estado se está desvinculando de la flota pesquera francesa, a pesar del dinero inyectado para aplicar estas políticas públicas”, lamenta, antes de añadir: “el dinero se está poniendo en el lugar equivocado.
Actualmente, ya se ha habilitado un parque frente a la costa de Saint-Nazaire y se deberá poner en servicio un segundo en 2025 cerca de las islas de Yeu y Noirmoutier. “No tenemos comentarios sobre la experiencia del primer parque inaugurado en Saint-Nazaire y ya estamos hablando de establecer el equivalente a 20 veces este primer parque para 2050, justo en medio de las zonas históricas de pesca practicadas por los marineros desde hace más de 100 años. años. Recibir estos mapas mientras estábamos ultimando los relativos a las zonas importantes para la pesca, lo sentimos como una verdadera afrenta”, lamenta José Jouneau, evocando una “negación de la democracia”, detrás del llamado debate en curso sobre la sujeto.
“El debate público es sólo un primer paso y conducirá posteriormente a la identificación de áreas favorables al desarrollo de la energía eólica marina a finales de septiembre de 2024 y a la actualización del documento estratégico de fachada durante el primer semestre de 2025”. defendió el viernes el prefecto marítimo del Atlántico y de la región de Países del Loira, en un comunicado de prensa destinado a apagar el incendio.
Si bien el alcance de este texto parece limitado, los pescadores están pensando en otras acciones para hacerse oír. “Vamos a boicotear progresivamente las comisiones náuticas locales”, vinculadas a la construcción de parques, cita como ejemplo José Jouneau. O desobedecer las cuotas impuestas. Sin olvidar la Vendée Globe que se avecina. “Vi la primera edición. Fue una gran celebración del mar, hoy se ha convertido en una carrera para patrocinadores y un alboroto mediático. ¿Por qué dejaríamos salir a 40 patrones de alto perfil mientras nosotros nos quedamos en el borde del muelle? En definitiva, se trata de una reflexión más amplia sobre la sociedad que persigue al presidente del Comité Regional de Países del Loira. El advenimiento de una sociedad, ciertamente autosuficiente gracias a la proliferación de las turbinas eólicas, pero en detrimento de los puertos tradicionales, de las subastas y de los sabrosos platos a base de pescado fresco.