Hay algo profundamente liberador en esta nueva canción de Klô Pelgag, cuyo título es acertadamente… Libre. Pocas veces el cantautor se ha mostrado tan bailable, y el auge incontenible de los sintetizadores y los ritmos techno, combinado con la claridad de las letras – “¿Por qué tienes miedo de correr? ¿Por qué tienes miedo de caer? ¿Por qué tienes miedo de vivir? » –, que sea un verdadero himno de salida. Lo escuchamos una y otra vez para saciarnos mientras esperamos el 11 de octubre, fecha de lanzamiento de Abracadabra, el cuarto álbum de Klô Pelgag que promete ser tan abundante como los demás, y que ella produjo sola por primera vez.
Esta nueva canción de Lhasa de Sela es el nuevo lanzamiento más conmovedor de la semana, si no del año. El cosechero aparecerá en First Recordings, álbum que verá la luz en septiembre y que estará compuesto íntegramente por canciones tradicionales latinoamericanas que sacudieron la infancia del cantante de origen mexicano. Lhasa las había grabado con el guitarrista Yves Desrosiers unos años antes del lanzamiento de su primer álbum en 1998, y estas cintas habían permanecido inactivas todo ese tiempo sin haber sido publicadas. Escuchar de nuevo esta voz ya única, así como los orígenes de lo que se convertiría en el “sonido” de La Llorona, produce tanto escalofríos como lágrimas en los ojos. Un verdadero regalo.
Dominique Fils-Aimé lanzó su primera canción en francés, titulada Moi je t’aime, y al mismo tiempo realizó un ligero cambio de estilo. Su último disco, Our Roots Run Deep, inició un nuevo ciclo que ahora continúa con este primer extracto. Rodeado por el Esca Quartet, Dominique Fils-Aimé ofrece una canción romántica y envolvente que sirve como declaración de amor hacia los demás, pero también hacia uno mismo, a la hora de elegirse a uno mismo primero. La canción remite claramente a la obra de Édith Piaf, tanto en su melodía y sus arreglos como en la forma de enunciar a Dominique Fils-Aimé. Pero este último mantiene en primer plano su toque distintivo, sus armonías vocales como ecos, por ejemplo. Una pieza para escuchar una y otra vez, a la espera de la secuela.















