Al verlo divertirse en su tractor cortacésped, andar en bicicleta y vivir en su casa móvil un tanto decrépita, ningún habitante del pueblo americano de Hinsdale, situado en las fronteras de New Hampshire, podría haber imaginado que Geoffrey Holt escondía semejante secreto. . El hombre, que falleció en junio a la edad de 82 años, tras una larga enfermedad, era en realidad… un multimillonario, informa Associated Press (AP) este martes 21 de noviembre.
Celosamente escondido durante su vida, la existencia de su premio mayor de 3,8 millones de dólares (3,5 millones de euros) sorprendió a esta localidad de 4.000 habitantes al noroeste de Boston, que resulta ser la beneficiaria de su legado. “No creo que nadie haya sospechado jamás que lo había logrado”, dijo a la AP el concejal Steve Diorio, quien quedó encantado con este “regalo excepcional”.
Ni villa con piscina ni coche llamativo: Geoffrey Holt siempre cultivó la imagen de un hombre modesto, aunque algo extravagante, uno de cuyos pasatiempos favoritos era conducir su cortacésped: mantenía el parque de casas móviles en el que vivía. Su casa móvil estaba casi sin muebles, su cama “hundida en el suelo” y no tenía televisión ni computadora.
Después de la universidad, enseñó sociología durante un tiempo y dio clases de conducción en la escuela, antes de trabajar en una fábrica. Coleccionó modelos de coches y trenes, así como libros de historia. “Parecía tener todo lo que necesitaba, pero no necesitaba mucho”, recuerda su antiguo empleador Edwin Smith, quien se convirtió en su mejor amigo.
Sin embargo, él mismo no tenía idea del premio mayor en el que estaba sentado Geoffrey Holt. Seguramente recuerda que su amigo, ávido lector de periódicos, tenía la costumbre de instalarse cerca de un arroyo y leer revistas sobre finanzas. Habría invertido especialmente en comunicaciones, antes de la aparición del teléfono móvil.
“A principios de la década de 2000”, recuerda Edwin Smith en el periódico local Battleboro Reformer, “vino a decirme que sus inversiones habían funcionado bastante bien” y que realmente no sabía qué hacer con el dinero. El hombre bromeó entonces diciendo que “tenía que dejarlo en manos de la ciudad”, lejos de sospechar que la suma en cuestión era tan importante… y que sería tomada en serio.
“Él siempre me dijo que su objetivo en la vida era que nadie notara nada”, dijo a la AP su hermana Alison Holt, de 81 años. Me siento muy triste porque no lo disfrutó ni un poco”. Geoffrey Holt no tuvo hijos, a diferencia de su pareja Thelma Parker, quien murió en 2017, informa USA Today.
Heredera de los 3,8 millones de dólares, la ciudad aún no ha decidido cómo utilizar los fondos. Los vecinos han propuesto restaurar el reloj del ayuntamiento, los edificios públicos o incluso sustituir el equipamiento electoral. Una cosa es segura para Kathryn Lynch, la administradora de la ciudad: Hinsdale “utilizará el dinero con frugalidad, como lo hizo el señor Holt”.