Con 262.000 turistas en 2023, la Polinesia Francesa batirá un récord de asistencia, pocos meses antes de que Tahití acoja la prueba de surf de los Juegos Olímpicos. Según un informe del Instituto local de Estadística (ISPF), la comunidad extranjera, muy afectada por la pandemia de Covid-19 entre 2020 y 2022, supera las cifras previas a la crisis y el récord anterior de 2019, que se situó en 236.642 turistas.
La progresión es aún más marcada a finales de año: experimentó un salto del 23% en diciembre con respecto a 2019. Turismo de alto nivel, principalmente procedente de América del Norte y Francia. Si sumamos los 43.887 excursionistas, que llegaron a bordo de 63 cruceros, el número de visitantes alcanza las 305.700 personas en 2023.
El turismo es el motor de la economía de la Polinesia Francesa, que el presidente Moetai Brotherson estima que podría recibir 600.000 visitantes al año.
Para lograr este objetivo será necesario construir, porque los hoteles de la comunidad están llenos. Pero también diversifique la oferta: la mayoría de los turistas se alojan en islas famosas como Bora Bora o Moorea, mientras que los cinco archipiélagos de la Polinesia Francesa cuentan con 118. Cada uno tiene ventajas, como una fauna marina excepcional en las Tuamotus o valles salvajes en las Marquesas.
Las competiciones de surf para los Juegos Olímpicos de 2024, que se celebrarán en la laguna de Teahupo’o, en Tahití, a finales de julio, deberían contribuir a la notoriedad de la Polinesia Francesa y al desarrollo de un turismo centrado en este deporte de tabla y en la naturaleza.
En vídeo – Imágenes poéticas de un arrecife de coral gigante descubierto frente a la costa de Tahití