“Lo lamento, fue el inicio del segundo tiempo lo que nos condenó en ese partido y nos dolió mental y psicológicamente”, dijo el entrenador del Rennes, Julien Stéphan, tras la derrota de los bretones por 3-0 ante el AC Milan en San Siro.

Al ir perdiendo 1-0 al descanso, el Rennes encajó dos goles muy pronto tras la reanudación (47.º, 53.º), antes de que el Milan lograra poner fin al partido.

Preguntado sobre las posibilidades de su equipo de regresar, dentro de una semana, a Roazhon Park, Stephan aseguró inicialmente que no estaba pensando en absoluto en este partido de vuelta, sino en el partido contra el Clermont del domingo durante la 22ª jornada de la Ligue 1, donde el Rennes espera para continuar su ascenso en la clasificación.

“Después, seré honesto contigo, está comprometido. Listo. «Está comprometido», admitió aún.

Cuando se le preguntó sobre el primer gol, un cabezazo de Ruben Loftus-Cheek tras un centro desde la derecha de Alessandro Florenzi, que casi había previsto en la rueda de prensa previa al partido, se contentó con responder: “Ahí está lo que preparamos y lo que sucede en el terreno”.

“También hay un centro de primer nivel, un cabezazo sin cruzar muy bonito. También se debe al talento del Milan y a su capacidad para castigar el más mínimo error de colocación por nuestra parte. Este es también un nivel muy alto”, añadió.

Los italianos, transferidos de la Liga de Campeones al C3, «han sido dominantes en términos de intensidad atlética en bastantes sectores del juego», poniendo «mucha potencia, mucho compromiso, agresividad», afirmó. -Pertenece.

Sin embargo, aseguró que “no estaba decepcionado con los jugadores”.

«Sé de dónde vienen, sé dónde se fueron hace unas semanas y también sabía que la marcha iba a ser muy, muy alta en el partido de esta tarde», subrayó.

“No es decepción, es lucidez”, concluyó.